El animador televisivo guarda como uno de sus más gratos recuerdos cuando aprendió a manejar. Le gustan la ruta y los viajes
"Un recuerdo muy grato que tengo de mi infancia fue cuando mi viejo me enseñó a conducir. En su poderoso Fiat 128 verde me llevaba sobre la falda y practicábamos en Mercedes, provincia de Buenos Aires, cuando muchas calles eran de tierra y no corría peligro de chocar a nadie.
"Aún voy allá pues es un hermoso lugar que conozco muy bien. Luego, de adolescente, practicaba en su 128 break blanco, pero con el que realmente pude salir y estar en una calle fue un Renault 18 cuando tenía 18 años; sentía que era como una Ferrari.
"En 1995 pude tener mi primer auto. Fue un Chevrolet Corsa 0 km. Hasta ese momento manejaba de prestado el Fiat Uno que por ese entonces tenía mi viejo. La compra fue totalmente impulsiva; cuando apenas salió el modelo Corsa en la Argentina, me desesperé tanto por tenerlo que no pude ni quise esperar 2 meses para obtener la versión que tenía incorporado el aire acondicionado. Pero eso no impidió que yo fuera feliz ya que andaba en mi corsario sin aire.
"Si bien nunca fui especialmente cuidadoso o atento con la mecánica de ese ni de otros coches, siempre traté que no durmieran en la calle.
"Soy un buen conductor, ¿acaso alguien puede decir lo contrario? Tengo buenos reflejos y me molesta que en el difícil tránsito los demás no usen las balizas y los guiños. Admito que a veces voy rápido y soy un poco ansioso.
"Siempre he tenido esa actitud relajada con el auto, no soy fanático. Ahora busco un coche que me brinde comodidad y tenga un buen equipo de audio.
"En estos momentos siento que Buenos Aires tiene reglas propias y una inconsciencia increíble. Las personas que manejamos somos ansiosas e intolerantes y le exigimos a los demás que cumplan las reglas que nosotros no cumplimos.
"En cambio, cuando manejé en los Estados Unidos fue un placer, si bien es un poco aburrido para nuestro espíritu finalmente se siente la diferencia.
"Como experiencias inolvidables recuerdo cuando manejé en el Distrito Federal mexicano: ése fue un desafío casi imposible. Otra imagen que guardo es el caos insuperable de las calles de El Cairo, en Egipto; son una locura.
"Me encanta la ruta y conocer los lugares a los que te permite llegar. Además de ir a Mercedes, viajé mucho a la costa y pude recorrer el Sur con mi familia. Ahora, mi auto me acompaña como cábala. Cuando me dirijo a grabar todos mis programas voy manejando y siempre cantando alguna canción, es un placer."