A las virtudes que se le conocen desde hace décadas, la Toyota Hilux 2021 suma más potencia en su confiable y eficiente motor turbodiésel, mejoras en el confort de marcha y mayor equipamiento de seguridad de última generación
Que un modelo mantenga su vigencia en el mercado durante varios años es un verdadero logro. Pero si esa permanencia se extiende durante más de cinco décadas, es claro que se trata de un producto que tiene una altísima valoración entre los usuarios gracias a virtudes como confiablidad, durabilidad, versatilidad, eficiencia y prestaciones. Ese es el caso de la Toyota Hilux, la pickup mediana que fue lanzada a nivel global en 1968 y que desde entonces pasó por ocho generaciones (la última y vigente es la de 2015), decenas de actualizaciones y una cantidad de unidades vendidas a nivel mundial que la llevan a ser la mediana más vendida del mundo.
Fabricada en la Argentina desde 1997, la Hilux es aquí “la” referente en lo que hace a vehículos de trabajo, algo así como la reina de las pickups. ¿En qué se basa esta afirmación? En que es la chata más vendida desde hace tres lustros y desde hace varios años encabeza todos los rankings de patentamiento (incluido este 2020). Por eso, y en esta época en la que este mercado tan particular ve la aparición de nuevos competidores y de fuertes actualizaciones en los ya conocidos, la marca japonesa acaba de lanzar la actualización 2021 (¿será la última antes de la próxima generación?) de la camioneta fabricada en Zárate buscando seguir manteniendo su liderazgo. Con 16 versiones (ahora se ofrece hasta en modalidad chasis), manejamos la tope de gama SRX.
¿Cuál es la principal diferencia entre esta Hilux 2021 y la que conocimos hasta hace unos meses? Fundamentalmente, la mecánica. Porque el confiable, reconocido y eficiente motor diésel 2.8 L con turbocompresor de geometría variable e intercooler y 4 cilindros en línea con inyección directa electrónica Common Rail, subió la potencia de los anteriores 177 CV a 204 CV entre 3000 y 3400 rpm y además también tuvo un aumento en el torque, que en caso de las versiones con caja automática pasó de 450 Nm (45,9 kgm) a 500 Nm (51 kgm) desde las 1600 y hasta las 2800 rpm. Esto se logró mediante el trabajo que los ingenieros de la automotriz realizaron en el turbo al agrandar el tamaño de las aspas y del compresor y haber hecho una recalibración de la electrónica que le permitieron llevar este impulsor GD1 hasta los casi 73 CV por litro de cilindrada. El impulsor está asociado a la misma caja automática de 6 marchas y la tracción es, obviamente, la 4x4 con reductora de accionamiento electrónico, desconexión automática de diferencial y control de tracción activo.
¿Se siente el cambio? Notablemente. A bajo régimen (por ejemplo en uso urbano) el propulsor trabaja muy relajado, pero en la parte media del tacómetro es donde se notan todas sus nuevas buenas virtudes: cuando se pasa de las 3000 rpm la potencia extra es un lujo y compensa esa falta que se le reclamaba al anterior; para resumir, empuja más que nunca y sin esforzarse demasiado (ideal cuando se necesita hacer un sobrepaso o cuando se lleva mucha carga en la caja). La transmisión lo acompaña bien, pero muestra alguna demora en la respuesta cuando se la pisa en directa, mientras que cuando se la utiliza en modo manual a veces muestra una leve tendencia a levantar vueltas demás.
Gracias a esos cambios también hubo una mejora en el consumo: en ciudad gasta unos 12,8 L/100 km, mientras que en ruta a 120 km/h (gira a 1800 rpm) baja a 10,2 L/100 km. Y también en la performance: ahora acelera de 0 a 100 km/h en 10,2 s, tiene una recuperación de 80 a 120 km/h de 7,5 s y alcanza una velocidad máxima de 195 km/h (13 km/h más que la anterior).
De más está decir que las capacidades para el off-road y para el trabajo duro siguen inalterables en esta Hilux, y son sin duda de lo mejor del mercado: se la puede exigir y castigar sin miedo que la camioneta es como que no lo siente. Claramente, ésos son sus hábitat naturales.
Respecto del confort de marcha, esta versión cuenta con amortiguadores de mayor diámetro (+6,7%) que además, y junto con los elásticos, fueron recalibrados; también, se hicieron otros cambios (nuevos bujes en los elásticos y montantes de la cabina) para ofrecer más comodidad al andar. Si bien respecto de su antecesora el cambio es notable (los hiluxhabientes lo notarán rápidamente), sigue siendo dura y rebotadora (aunque ese rebote ahora se siente más mullido), transmite demasiado las imperfecciones del terreno a la cabina y en el asfalto irregular y en velocidad o con viento cruzado (el temporal del fin de semana pasado fue testigo) continúa mostrándose un inestable y con tendencia a perder la cola tanto en rectas como en curvas. En la dirección se le reemplazó la electroválvula que la controla para lograr que sea más blanda a baja velocidad y dura en velocidad, pero sigue sin ser tan precisa como sería necesario para un vehículo de este porte.
Se mencionó que esta Hilux 2021 tiene una nueva estética. Se ve en parrilla amplia y con el marco cromado, las ópticas estilizadas (con faros bi-LED) y el paragolpes integrado, las nuevas llantas de aleación (calza neumáticos 265/60 R18″), y las luces traseras en forma de E.
El interior no muestra demasiados cambios (con la calidad de materiales y terminaciones a las que nos tiene acostumbrados la marca), pero sí el agregado de muchos elementos tecnológicos y de equipamiento. Por ejemplo, sobre el torpedo aparecen dos de los ocho parlantes (en esta versión son JBL); la pantalla de 8″ (qué mezcla funciones táctiles con teclas y perillas) tiene una interfaz mejorada que le agregó calidad a las imágenes y rapidez de respuesta para la conexión de dispositivos mediante Bluetooth o Android Auto o Apple CarPlay; en el display de la computadora de viaje aparece un indicador de la posición de las ruedas cuando se coloca la marcha atrás, y sumó butacas delanteras (son de regulación eléctrica) con sistema de ventilación (ideal para los días de mucho calor).
Por último, hay que destacar que en seguridad también hay grandes avances: además de que todas las versiones ofrecen ahora 7 airbags incorpora el sistema de seguridad Toyota Safety Sense, una serie de ayudas a la conducción que incluye el sistema de precolisión frontal, alerta de cambio de carril (en este caso no mueve el volante sino que es el tren trasero el que se acomoda mediante el uso de los frenos) y control de velocidad crucero adaptativo, que se suman a los ya disponibles controles de estabilidad, de tracción, de tracción activo, asistente de arranque en pendientes, control de balanceo de tráiler, frenos con ABS y EBD, asistente de frenado de emergencia y luces de frenado de emergencia y más.
Esta versión tiene un precio de $4.005.600, uno de los más competitivos del mercado. En síntesis, esta Hilux tiene argumentos de sobra para continuara con su reinado.