Toyota Corolla: larga vida al rey
La onceava generación llegó al país con mejor dinámica, más habitabilidad y mayor equipamiento
Más de 40 millones de unidades vendidas y 48 años en el mercado mundial. Con estos créditos, el Toyota Corolla es el modelo más vendido en la historia de la industria automotriz.
Hace pocos días se puso a la venta en la Argentina la 11ª generación que, según los tiempos, aunque sin perder la esencia, llega con sustanciales modificaciones en el diseño exterior e interior, algunas novedades mecánicas y mucho más equipamiento y confort, algo que le hacía falta para mantenerse al tope de un segmento, el de los sedanes medianos, con muchos rivales de alto vuelo.
Probamos la versión full SE-G con la novedad mecánica más importante, la incorporación de una caja automática del tipo CVT (Continuously Variable Transmission), transmisión de múltiples relaciones que varían en forma continua cuando se utiliza en automático, y con 7 marchas en modo manual-secuencial (más modo Sport), que reemplaza a la anterior caja automática convencional de 4 marchas.
¿Qué significa esto para la conducción? Un andar suave, fluido y suntuoso (debido a que los cambios de marcha no se notan), aunque también ágil en ciudad, gracias a la más que suficiente rapidez de esta transmisión para responder al requerimiento del acelerador en toda situación de marcha. Esto se sintetiza en una muy buena performance tanto en aceleración como en elasticidad, punto importante éste en el manejo rutero.
Lo que no cambió es el motor, que sigue siendo el mismo 4 cilindros en línea de antes, de 1.8 litros 16v con sistema Dual VVTi (variación inteligente de las válvulas), aunque con algunos ajustes en la electrónica de la inyección, que le permiten entregar ahora 140 CV (antes, 136) a 6400 rpm y un par motor de 173 Nm (17,64 kgm) a 4000 vueltas.
Este conjunto motriz aporta también un consumo más ajustado que en la versión anterior del Corolla tanto en ruta como en ciudad (en general, un 10% menos), junto con el bajo nivel de ruido, con el que colabora la excelente insonorización del habitáculo.
Este Corolla XI mantiene la plataforma de la anterior generación, aunque más rígida y liviana, y con una modificación esencial: tiene 100 mm más de distancia entre ejes, lo que proporciona varias ventajas.
Estabilidad superior
La primera ventaja de contar con más distancia entre ejes es de orden dinámico. Con esta mayor longitud, el modelo ganó en estabilidad direccional (trayectorias rectas) y varió su carácter. Ahora tiene mayor aplomo y tenida en curvas y frenadas. Esto también se debe a otras modificaciones en consonancia: la inclusión de canalizadores aerodinámicos en la panza para mejorar el flujo de aire entre el piso y el auto, y cambios en la suspensión trasera (del tipo de barra de torsión), con nuevos amortiguadores y otros ajustes. Dicho sea de paso, el confort de marcha urbano es impecable y la dirección eléctrica excelente. Eso sí, hay que ser cuidadoso en las cunetas porque el despeje respecto del piso es limitado.
El trabajo realizado por los ingenieros japoneses fue óptimo. El comportamiento dinámico de este Corolla es netamente superior al de su antecesor (que era subvirante), otorgando al conductor mayor dominio en la ruta.
Más allá de esto, el Corolla sigue sin contar con control de estabilidad (ESP). La respuesta de la marca es que los clientes no lo exigen, pero lo cierto es que hasta modelos de segmentos menores están dotados con este importante elemento de seguridad activa, que nunca está de más para corregir excesos conductivos. Sí cuenta, por supuesto, con ABS y distribuidor de la fuerza de frenado (EDB), más discos en las 4 ruedas (100 km/h a o en 44 metros).
El trabajo aerodinámico no se limitó a la parte baja del auto; también hay un cuidadoso estudio de los filos en las ópticas delanteras (con luces diurnas de LED), el capot y de la carrocería en general, que ahora es más angulada, con aristas marcadas y un coeficiente Cx que pasó de 0,294 a 0,274.
Así, la estética del Corolla XI, sin perder la sobriedad del modelo, es más moderna y atractiva. Aquí entran en juego las otras ventajas de adoptar una mayor distancia entre ejes. Desde el diseño, al ser más largo, ancho y bajo, el Corolla resulta más imponente y robusto; mientras que desde el ángulo del confort es notorio el incremento del espacio en el habitáculo; en especial, para las piernas de los pasajeros traseros, que además disfrutan del piso liso. En cambio no se modificó la capacidad del baúl, que sigue siendo de 470 litros.
La posición de manejo es muy confortable y fácil de regular por la butaca con regulación eléctrica (todos los asientos están tapizados en cuero color arena) y el ajuste en altura y profundidad de la columna de dirección. La calidad de las terminaciones y los materiales también es superior, y el equipamiento es mucho más generoso, lo que enriquece un diseño interior sobrio y práctico.
En este último se destaca la pantalla táctil LCD de 6,1", que muestra el mapeo del navegador satelital, los ajustes del audio y las imágenes de la cámara de retroceso (carece de sensores acústicos). Debajo, en un módulo aparte, está el climatizador automático digital. La seguridad pasiva es generosa: 7 airbags (frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor), cinturones de 3 puntos en las 5 plazas y ganchos Isofix.
El nuevo tablero tiene dos esferas analógicas para el velocímetro (que incluye el medidor de combustible) y el tacómetro (con el de temperatura de agua), y un amplio display central que exhibe el odómetro, el modo de operación de la transmisión y el termómetro exterior, amén de toda la información de la computadora de viaje (mucha y variada). Este instrumental es muy completo y de fácil lectura.
Esta versión SE-G CVT es la más cara de la gama, pero sin el impuesto interno, por lo que cuesta $ 241.900. La gama arranca con el modelo XLI en 181.200 pesos.
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