El Opel Speedster, presentado en el Salón de París, con un motor turbodiesel de 1,3 litro y 112 caballos
Hace ya algo más de un año hablamos del placer del manejo extremo que permite el Opel Speedster con su chasis de aluminio pegado, fruto de la alta tecnología europea. Ahora traemos una versión de este auto, creada a partir de su base y que va más allá de la simple imaginación. Una variante inusitada, que conjuga realidades muy actuales.
Opel, como la mayoría de las grandes marcas mundiales, trabaja permanentemente en el desarrollo de nuevos motores diesel y, como parte de una gran ofensiva que culminará a fin de este año con la presentación del nuevo common-rail en una gama de motores de hasta 180 CV de potencia, decidió mostrar su alta prestación integrándolo en un vehículo de gran eficiencia aerodinámica y bajo peso.
En noviembre de 2001 se acordó presentarlo en el último Salón de París, un plazo muy corto para semejante proyecto.
La responsabilidad del diseño de la carrocería recayó en Stefan Arndt, un simpático alemán de 39 años que es jefe de Diseño del Advance Design Studio de Opel. A pesar de su juventud, Stefan es ya un veterano en la compañía (lo conozco desde que llegó a nuestros estudios con sólo 23 años), muy creativo y talentoso.
El objetivo era claro y había tres factores por cumplir: reducción de peso, mejora aerodinámica y optimización de la potencia disponible.
El motor elegido fue el diesel de 1.3 litro CDTI Ecotec de 112 CV.
Stefan y su equipo se pusieron a trabajar de inmediato y en enero de 2002 tenían ya las propuestas para su aprobación con el lema Mejorar sin perder las líneas originales del Speedster, mejorar divirtiéndose lo más posible , y lo lograron.
De las pruebas del túnel de viento se comprobó que se alcanzaría una velocidad final de más de 250 km/h y un consumo promedio de 2,5 litros por cada 100 kilómetros, medidos según las normas europeas.
No fue fácil lograr todo esto. Bajo la fuerte presión del corto tiempo disponible, el equipo de diseño trabajó sin pausa modelando y remodelando la carrocería y su larga cola una y otra vez, y retornando al túnel de viento hasta alcanzar un 30% de mejora aerodinámica sobre el ya excelente coeficiente del Speedster, y una reducción total de peso de alrededor de 100 kg.
No obstante, y aquí lo gracioso de la historia que siempre hay detrás de la construcción de un prototipo, para que el modelo presentado en París luciera impecable, al pintarlo se le adicionaron algunos kilos de masilla que, obviamente, se eliminarán al hacer la carrocería final de fibra de carbono, que se utilizará para batir el récord de consumo de combustible en la primavera europea de este año.
El autor es diseñador de Opel Alemania
Stefan Arndt: con el diseño hasta en el lavarropas
Stefan es también el creador del Opel Frogster, el exitoso concept car para la juventud, presentado en Francfort de 2001, y también del Concept M, que se mostró en Ginebra de 2002.
El mundo de los diseñadores tiene algunas particularidades. Puede dar fe de eso Stefan, que está casado con una sueca que, como él, es diseñadora de automóviles y que cumple una función semejante a la suya, pero en el departamento de Diseño de Honda, en Francfort.
Por supuesto, hablar del tema en la casa es tabú, secreto profesional. Pero por el momento tienen bastante ocupación con Linus Erik, su hijo de un año, rubio total.
-Con una mujer que es sueca y diseñadora, ¿tu casa es pura ambientación escandinava?
-No, a los dos nos gusta el estilo japonés, la simpleza oriental.
-¿Tienen gustos comunes en diseño?
-Sí, cuando compramos el lavarropas. No paramos hasta encontrar uno de color gris metalizado. Costó más y no tenía las funciones importantes, °pero lucía perfecto! Con el cochecito del nene nos pasó lo mismo.
Así es el mundo del diseño.