Consejos para viajar tranquilas con los chicos a bordo
Las vacaciones de invierno son un descanso, pero sólo para los chicos. Para los padres están entre las semanas con más actividad del año, en la que una se recibe de especialista en la organización de programas de entretenimiento. Todo se vuelve más difícil si nos toca el invierno más frio de los últimos tiempos. Por esto, más que nunca recomiendo a las mujeres a animarse a manejar, para ganarle a las bajas temperaturas.
Si estas semanas van andar de un lado para el otro con los niños en el auto, debemos hablar sobre la seguridad. Es muy común en estos días que los chicos se pongan inquietos, no hagan caso y como “total vamos acá nomás”, los dejamos que vayan sueltos sin cinturón. Grave error. Es importante contarte que la mayor cantidad de accidentes viales ocurren a bajas velocidades y en un radio cercano al de residencia. Por eso, quiero darte algunas recomendaciones. ¿Sabés a qué edad pueden viajar en el asiento de adelante? Nunca antes de los 12 años, porque los asientos delanteros están preparados para personas de 1,5 m en adelante por la altura del cinturón. Si un niño de 6 o 7 años se lo pone, la parte superior le pasará por el cuello y no por la clavícula o la parte inferior en lugar de pasarle por la cadera le terminará pasando por el abdomen. Además, si el auto tiene airbag, este apunta al tórax del adulto, con lo que en el caso del chico seguramente lo hará a su cabeza.
Ahora que sabemos porque los menores deben viajar siempre atrás, veamos cómo. Según el peso y la edad, existen diversos Sistemas de Retención Infantil (SRI). Se trata de dispositivos que adaptan la contextura física del menor a la seguridad de los autos. Existe una reglamentación específica que el especialista Axel Dell´olio, explica en nuestra web (mujeresalvolante.com) y que te aconsejamos conocer en profundidad para el cuidado de tu familia. Otra conducta que veo es la de llevar los chicos a upa. Hacerlo en el asiento de adelante es una locura y en el de atrás un peligro. Aunque un adulto crea que puede sostenerlo, está científicamente comprobado que no es así. Tampoco se debe compartir el cinturón de seguridad.
Lucila Dietrich