Náutica. Vestido para pescar
Ya sea porque muchos cursos de agua están contaminados, o porque las aguas están frías, o porque luego de una inmersión no se desea permanecer mojado a la intemperie, tanto pescadores de a pie como los embarcados necesitan algún tipo de vestimenta que les provea protección.
Estos casos se presentan al botar una embarcación en una rampa o playa, así como al vadear un curso de agua, o al internarse en el mismo a efectos de intentar el pique en aguas más profundas.
La ropa en cuestión existe desde hace mucho tiempo y se llama waders (literalmente: vadeadores). Lo que ha ido cambiando estos últimos años es el tipo de material empleado en su confección.
Se trata de unos pantalones impermeables que calzan hasta las axilas, sostenidos por tiradores, los que están soldados herméticamente a un calzado tipo bota de media caña, provista de una suela de grabado profundo, bien antideslizante.
El material más popular es un sándwich triple de dos capas externas de nylon con un alma de PVC, aunque también se hacen en neoprene, un tipo de tela popular en los trajes de los buzos.
Seco, pero no caliente
Lo que debe destacarse es que se trata de una cobertura que mantiene seco el cuerpo, pero que en modo alguno provee abrigo.
Por lo tanto, al elegir los waders, hay que adquirir un talle muy amplio, a fin de poder calzarse por dentro, idealmente, ropa del tipo polar; en todos los casos, las medias deben ser de algodón, bien saturadas de talco común, para poder calzarse y descalzarse sin dificultades.
Los precios de los waders, que se adquieren en casas especializadas en artículos de caza y pesca, no bajan de $ 70, en el mejor de los casos y tratándose de artículos de calidad, pero cuando se busca algo muy sofisticado, con refuerzos en rodillas, bolsillos y demás detalles, como costuras doble o triplemente selladas, se llega a pagar $ 160 y más.
Como siempre, y si el uso va a ser intenso, no olvidarse del refrán -nunca más oportuno que en este caso- que dice que lo barato termina siendo caro.
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