Volvo rompió los moldes familiares con el flamante SUV compacto XC40, que lejos de derivar de sus hermanos XC60 y XC90, tiene un personalidad propia pensada para atraer a los más jóvenes
Hace tiempo que las marcas premium tienen una participación muy activa en el mercado de los SUV. Y Volvo no es la excepción. Tras introducir en el continente hace tres años el XC90 y en 2017 el XC60, ahora le llegó el tiempo al compacto de la línea, el XC40. Con este modelo, que llegará en julio a nuestro país y cuya preventa comienza este mes, la firma sueca quiere comenzar a ofrecer una imagen más juvenil y aventurera para conquistar a una porción del mercado que busca lo que desde la compañía denominan lujo inteligente.
Antes de su llegada a la Argentina, tuvimos un primer contacto con la versión T5 R-Design (tope de gama) conduciéndolo durante varias horas tanto en tránsito urbano intenso, como en autopistas y rutas. Contrariamente a lo que se pueda creer, este XC40 no es un hermano menor de las series 90 y 60, ya que no solo estrena una plataforma completamente nueva (sobre la que se basarán todos los modelos de la línea 40), sino que su arquitectura y diseño fueron pensados para darle una identidad propia y personal.
Por eso, muestra detalles sumamente personales, como una parrilla más compacta y continua, puertas que exhiben unas anchas hendiduras, líneas de carácter más pronunciadas en el capot, una parte trasera con leve caída que remata en un alerón y algunos centímetros más de ancho también en la parte posterior; todo para darle un aire más deportivo. Sin embargo, sigue teniendo características propias de la marca, como las luces en forma de T (en honor al dios del trueno Tor de la mitología escandinava), las terminaciones en metal en el interior y una de las mayores características: el generoso espacio en el habitáculo, donde 5 adultos viajan con suma comodidad.
Como es una constante en la marca sueca, la seguridad es uno de los puntos destacados; no por nada, muchos modelos de Volvo han sido distinguidos como los más seguros del mundo. Y en esto tiene que ver la decisión empresaria que es su lema: que ninguna persona muera o resulte seriamente herida en un accidente en el que esté involucrado un Volvo para 2020. De ahí el celo y la cantidad de equipamiento que ofrece al respecto.
Además, como en toda la familia de los SUV de Volvo, el XC40 llega con todas las ayudas y los elementos de conducción autónoma que se puedan esperar: el asistente para mantenimiento de cambio de carril, el auto pilot (que resulta ideal tanto para el tránsito urbano como para la ruta, pero en ciudad se destaca ya que es de los pocos que detienen totalmente el vehículo cuando frena el de adelante y lo vuelve a arrancar, con lo cual uno puede despreocuparse del avance y dejar que el auto vaya solo), el sistema de estacionamiento automático, el city safety (gracias a un radar y las cámaras delanteras frena automáticamente cuando detecta algún obstáculo) y más.
Durante las pruebas fue realmente notable comprobar cómo todos estos sistemas funcionan a la perfección y que de lo único que uno se debe preocupar es de prestar atención al tránsito, pues el auto prácticamente va solo.
Chiquito poderoso
En cuanto a la mecánica, cuenta con un impulsor naftero con turbo 2.0 L de 4 cilindros en línea que genera 247 CV a 5500 rpm con un torque de 33 kgm entre 1800 y 4800 rpm; éste se acopla con una transmisión automática Geartronic de 8 velocidades con convertidor de par de una precisión y rapidez sobresalientes. El resultado de esta combinación es excepcional, ya que no sólo muestra mucha fuerza desde bien abajo en el tacómetro sino que cuando se lo lleva a la parte alta brinda siempre un plus de potencia que hacen al XC40 extremadamente versátil y confiable en todas las situaciones de manejo.
Según los datos de la automotriz, alcanza una velocidad máxima de 230 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 s. Asimismo, es de una eficiencia notable, con consumos de 9,3 L/100 km en ciudad y 6 L/100 km en ruta a 120 km/h.
La conducción del XC40 es de otro nivel, no solo por el confort que ofrece (el auto parece flotar), sino porque la versatilidad y agilidad de maniobra son excepcionales. Además, el conjunto de suspensiones independientes (pese a transitar por caminos bastante desiguales y con baches el auto ni lo sintió), la dirección precisa y de respuesta instantánea, la tracción integral y el control de estabilidad, entre otros, hacen que el auto se sienta aplomado, agarrado y seguro en todas las condiciones.
En síntesis, el multipropósito compacto de Volvo no tiene nada que envidiarle a sus hermanos mayores y ofrece una conducción que es puro placer. El precio está por confirmarse.