En 1919 la Argentina era una "tierra prometida" para los vastos flujos migratorios europeos tras la Primera Guerra Mundial. Muchos de nuestros bisabuelos y abuelos llegaron a estas pampas con su carga de esperanza, sueños y determinación para labrarse una vida mejor. Y con ellos llegó también la Fabbrica Italiana di Automobili Torino (Fiat), que ya llevaba 20 años produciendo automóviles. Aquella primera filial oficial, que se estableció en Godoy Cruz y Demaría, en pleno Palermo, fue el inicio de una larga historia entre la marca italiana y la Argentina, que se coronó hace pocos días con los festejos del centenario de Fiat en el país.
Si hay algo que siempre caracterizó a la casa de Turín, desde aquellos primeros 501 llegados desde Italia en 1919 hasta hoy, fue su convicción para fabricar y vender autos al alcance del poder adquisitivo de la mayor cantidad de gente. Basta recordar al eterno y entrañable Fiat 600, un símbolo de la industria automotriz argentina desde el comienzo de su producción el 8 de abril de 1960.
Y esa popularidad se transformó en pasión por las carreras, en especial con los míticos Grandes Premios de Turismo de los ’60 y ‘70, que no solamente forjaron la mítica rivalidad con Peugeot, sino que también le dieron fama a los Fiat (con la hermosa 1500 coupé y el 125 "biálbero" como emblemas) de autos tan útiles y prácticos como "picantes" y deportivos.
Estos años del siglo XXI nos encuentran en una época de transición hacia otro estilo de transporte, más sustentable y racional, al que lógicamente apuntan todos los fabricantes mundiales. Y Fiat sigue entre ellos. Es que el fuego de la pasión italiana es difícil de apagar.
¡Feliz centenario en la Argentina Fiat!