El estadounidense Brandon Dalaly se volvió viral al mostrar el procedimiento de un implante subdérmico para “no perder más las llaves” de su auto; ya tiene otro chip con las llaves de su casa
¿Hasta dónde llega la facilitación de las tareas humanas, y a qué costo? Aunque la respuesta a la segunda parte de la pregunta seguirá siendo incierta por algún tiempo más, cada día hay más noticias que responden a la primera parte: ¿qué tan lejos va a llegar la humanidad para dejar de ser propiamente humana?
En esta oportunidad, la cara del debate tecnocrático que se lleva el protagonismo es la de Brandon Dalaly, un estadounidense que se sometió a una cirugía en el dorso de su mano para no perder nunca más las llaves de su auto.
No solo eligió ser parte de los primeros humanos en tener chips dentro de su organismo, sino que pagó US$400 por ello. La intervención es menor y rápida, y fue realizada por VivoKey, una compañía de biotecnología para aplicaciones de identidad digital, criptografía y blockchain.
Dalaly decidió grabarla y compartirla con sus seguidores en Instagram. En el registro del procedimiento se ve como un perforador le hace un tajo en el dorso de la mano derecha, y le implanta un microchip subdérmico. Se entiende que el artefacto está cubierto con una sustancia biocompatible, que evita daños al estar en contacto permanente con la piel.
¿Cómo funciona el chip?
Usando la comunicación de campo cercano o NFC (Near Field Communication), una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance y alta frecuencia que permite el intercambio de datos entre dispositivos. Es esta la que hace posible el Apple Pay y, en este caso, abrir el Tesla acercando la muñeca.
“Hoy es mi llave Tesla para abrir el auto, mañana será mi tarjeta de crédito para pagar”, escribió Dalaly en su cuenta de Instagram, dejando en claro, para él, el de las micro intervenciones tecnológicas es un camino de ida, y tener las llaves de su auto a mano (literalmente) no va a ser el último motivo. Pero tampoco fue el primero: el hombre ya se había hecho un implante en la mano izquierda, para tener un chip con las llaves de su casa, e “información básica de contacto” (certificado de vacunación, información médica, y otros documentos).
“La idea general era que tendría la llave de mi casa en mi mano izquierda y la llave de mi auto en mi mano derecha” dijo Dalaly sintetizando sus motivos para avanzar con el procedimiento. “El primer chip era un poco más chico, así que el procedimiento no fue tan intenso. Esta vez el dispositivo vino pre-cargado en una jeringa más grande. Me introdujeron la aguja de una forma similar a como lo harían con un microchip para un perro”, detalla.
Lo que está claro es que, aunque pueda ser uno de los primeros en presumir sus chips subdérmicos a través de las redes, Dalaly no está solo en esta manía por rastrear y controlar la mayor parte de la ecuación de la vida cotidiana; y eliminar -de ser posible- las responsabilidades esencialmente humanas, como puede ser la de no perder las llaves del auto, o la tarjeta de crédito.
El mismo Elon Musk -y no sorprende- fundó en 2016 Neuralink, una empresa neurotecnológica especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, implantables, también conocidos como Brain-Machine Interfaces, o BMI.
Según declaraciones de Musk, la tecnología desarrollada en la compañía busca, a la larga, lograr una simbiosis total con la inteligencia artificial; y actualmente está en una fase de experimentación en animales vivos, junto con la Universidad de California.