Se realizó por los médanos de Pinamar y organizada por Ford. Participaron más de 150 pickups
Como cada temporada estival, el eje Pinamar-Cariló se convierte en un foco de la actividad para las marcas de autos, que se desviven por tratar de atraer la atención de los veraneantes. Las razones son obvias: la zona concentra a los turistas con mayor poder adquisitivo, que además están con la cabeza un poco más "despejada" de los problemas cotidianos, tanto como para pensar en cambiar el auto o eventualmente dejarse tentar por algún nuevo modelo. Por eso, además de los típicos stands en las zonas de mayor afluencia de gente, se organizan todo tipo de actividades para mejorar el relacionamiento con los clientes actuales y potenciales, lo que en la jerga del marketing se conoce como CRM (Customer Relationship Managment). Un típico ejemplo son los conocidos test drives (pruebas de manejo breves para que los potenciales clientes tomen contacto real con los productos), pero también hay actividades deportivas, gastronómicas, recitales, etcétera.
De todas ellas, hay un evento que siempre sobresale por su escala: la travesía de camionetas que Ford viene organizando en los médanos de Pinamar desde hace más de 15 temporadas. Empezaron en 2004 con unos 20 vehículos, el año pasado fueron 120, y este año batieron todos los récords con más de 150 (151 contabilizó el sitio especializado Autoblog Argentina). Para llegar a tamaño número de pickups, Ford dispuso una gran cantidad de unidades pertenecientes a su propia flota, muchas manejadas por periodistas que cubrimos el evento, influencers e invitados especiales. Pero los grandes protagonistas fueron los propietarios reales de chatas Ford que, encabezados por el Club Ranger, acudieron en un enorme número para probar las capacidades de sus propios vehículos en las dunas de Pinamar. No es tan común que los clientes puedan participar de eventos así, y por eso se genera una sinergia muy particular. La gente se divierte mucho y se siente más parte que nunca de la marca, sobre si el evento termina en una gran cena y un show musical al que todos están invitados. Este año le tocó a una banda del emblemático Víctor "Vitico" Bereciartúa (ex Riff), que incluyó su hijo Nicolás y a Héctor "Boff" Serafine, quienes tocaron varios hits para cerrar la experiencia a puro rock.
Más allá de la multitudinaria concurrencia, la caravana de este año tuvo una estrella muy particular: la descomunal Ford F150 Raptor, que vendría a ser la "hermana mayor" de la Ranger (que se fabrica en Argentina) y se precia de ser la pickup más poderosa del mundo y el vehículo de serie más capaz para de hacer offroad extremo a alta velocidad. La avalan sus 456 caballos de fuerza –más o menos los mismos que los de un deportivo de raza como el Ford Mustang–, sus casi 700 Nm de torque, y todo un sistema de amortiguación adaptado para que sus 2,5 toneladas se desplacen como una gacela sobre todo tipo de terrenos.
La F150 Raptor había sido presentada oficialmente en Argentina exactamente un día antes de la megacaravana y fue manejada durante la travesía por Gabriel López, el mismísimo presidente de Ford Argentina. Su precio es de US$85.000 al valor de tipo de cambio oficial, Ford tiene buenas razones para mantener altas sus expectativas de venta con este producto, ya que la situación del mercado argentino es muy propicia para las pickups.
No hay que olvidar que por su carácter de vehículos "utilitarios" están exentas del llamado impuesto al lujo, y por eso las chatas más grandes y equipadas se convierten en una alternativa "conveniente" a los SUV premium.