A 24 horas del apagón, nadie sabe cuál fue la causa y sospechan de un sabotaje
El gobierno nacional presentó una denuncia para que la justicia federal investigue el origen del siniestro que dejó sin luz a más de 2 millones de personas; el expediente quedó a cargo de Oyarbide; el gremio desmiente toda relación con los hechos
A 24 horas del apagón que dejó a dos millones de personas sin energía eléctrica en el área metropolitana, nadie sabe qué lo ocasionó. No obstante, bajo la sospecha de que existió un sabotaje, el gobierno nacional decidió impulsar una denuncia para que se investiguen las causas del colapso eléctrico que provocó un caos de transporte en plena hora pico de la tarde. El expediente quedó en manos del juez federal Norberto Oyarbide, cuestionado por su supuesta afinidad con el kirchnerismo, luego de que se realizara en los tribunales de Comodoro Py un sorteo manual, ya que el edificio no tenía luz.
Mientras los vecinos de la ciudad y el conurbano todavía sufrían los coletazos por la falta de energía -de lo que se informa por separado-, en la mañana de ayer el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, anunció que el Gobierno presentaría una denuncia penal con el objetivo de determinar cuál fue el origen del corte de energía. Negó que se tratara de un problema de inversiones por parte de la gestión de Cristina Kirchner y retomó una frase que había utilizado en 2004 para justificar una interrupción en el servicio: "Alguien bajó la palanca". En aquella oportunidad el Gobierno también se presentó como denunciante y ayer el propio De Vido reconoció que aquella investigación no arrojó resultado alguno.
En el Palacio de Hacienda, el funcionario consideró: "No podemos echarle la culpa a la ola de calor. La línea de alta tensión que salió intempestivamente de servicio arrastrando a otra que corre paralela, en ese momento no estaba sobrecargada a pesar del nivel de demanda récord para la empresa Edesur".
Como se recordará, el apagón fue consecuencia de la falta de alimentación eléctrica desde la línea Costanera-Hudson, que dejó de funcionar repentinamente alrededor de las 18 de anteayer e interrumpió el abastecimiento a las redes de Edenor y de Edesur. Previamente, se habían registrado cortes puntuales en diversos puntos de la Capital y el Gran Buenos Aires, relacionados con la seguidilla de altas temperaturas, pero al atardecer el colapso fue casi total por el desperfecto en el tendido de alta tensión.
Según agregó De Vido: "Una de ellas fue renovada totalmente durante nuestra gestión y ambas fueron recorridas las semana pasada en tarea de rutina de mantenimiento".
Por eso, anticipó, el Gobierno presentaría una denuncia penal para saber "quién bajó la palanca", en clara alusión a que el apagón fue intencional. "El Estado, a través de mi apoderado legal, Rafael Llorens, va a formular una denuncia penal para que se esclarezca. En este momento hacemos hincapié en una determinada hipótesis, pero no descartamos nada", enfatizó.
Para el funcionario, "la cuestión tarifaria no tiene absolutamente nada que ver" con lo que sucedió. "Nos sentimos orgullosos de lo que hemos hecho, en contraposición con lo que hicieron ellos [administraciones anteriores]", refutó.
Según informó De Vido, en la mañana de ayer todavía quedaban "55.000 usuarios afectados", de los 400.000 clientes de Edesur y 87.000 clientes de Edenor.
Más tarde, el Ministerio de Planificación emitió un comunicado en el que informó que, pasado el mediodía, se restableció la energía en la línea Costanera-Hudson "sin que se realizara ninguna reparación".
Cuando el representante del ministerio concurrió a los tribunales de Comodoro Py a radicar la denuncia pertinente, no había luz en el edificio y el sorteo debió realizarse de forma manual. El favorecido resultó ser el juez federal Oyarbide.
Ya en la víspera, fuentes del sector energético habían especulado con que el apagón había sido intencional. Incluso, deslizaron que el supuesto saboteador debería tener gran conocimiento de las instalaciones y que había ocurrido en momentos en que hay una tensa relación entre las empresas eléctricas y el gremio de Luz y Fuerza por cuestiones laborales. De hecho, las oficinas comerciales de Edesur estuvieron cerradas durante cuatro días por un reclamo gremial.
Los dardos parecen apuntar al sindicato conducido por Oscar Lescano. "No tuvimos nada que ver, incluso el Gobierno nos agradeció las horas trabajadas para solucionar el conflicto. El cable de alta tensión estaba sobrecargado por la alta demanda. El Estado ya hizo mucho en el sector de generación de energía, ahora las empresas deben realizar inversiones profundas en la red de distribución", respondió Lescano ante la consulta de LA NACION.
Del editor: cómo sigue.