Críticas que apuntaron a la gestión municipal
En el informe final por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) por encargo de la Subsecretaría de Asuntos Hídricos de la Nación, que LA NACION publicó en su edición del jueves pasado, se concluyó que una "causa trascendente" de la tragedia en la que desembocó la inundación del 2 de abril fue "la inexistencia de una gestión integral de riesgo de las inundaciones" por parte de la municipalidad, a cargo de Pablo Bruera.
Según ese informe, "una vez registradas las primeras evidencias de la magnitud del evento, las acciones desplegadas a nivel local en pos de su mitigación fueron tardías, caóticas e insuficientes".
El equipo de veinte reconocidos ingenieros convocados para la investigación admitió que la catástrofe, que dejó un saldo de por lo menos 60 muertos y 190.000 damnificados, fue producto de una "tormenta extraordinaria" y que la cantidad de agua caída "excedió ampliamente la que habitualmente es utilizada para el diseño de las obras".
"Ha quedado en evidencia la inexistencia de un sistema de alerta específico diseñado para la ciudad" y tampoco había "un plan de contingencia operativo a nivel municipal", entendieron los especialistas.
En el informe de la UNLP, de 68 hojas, además de formular críticas y distribuir responsabilidades por la catástrofe, los especialistas brindan una serie de recomendaciones.
La más importante: realizar "en forma urgente un plan maestro de desagües urbanos (PMDU) que comprenda desde la cuenca del arroyo Carnaval hasta la del arroyo Maldonado (partidos de La Plata, Berisso y Ensenada)", que "deberá contemplar, de modo armónico, medidas estructurales y no estructurales a fin de superar las carencias observadas".
El estudio reveló que hubo miles de hectáreas afectadas por la inundación en La Plata, Berisso y Ensenada. En los días posteriores, las pérdidas económicas fueron estimadas en unos 6000 millones de pesos.
Además, se recomendó llevar adelante medidas "tendientes a mitigar las eventuales consecuencias producidas por tormentas severas hasta que se realice la planificación recomendada y delimitar las áreas de riesgo para tormentas de diferente probabilidad de ocurrencia".