Docentes amenazan con nuevos paros
LA PLATA.- Luego de dos días de paro, con alto acatamiento, los gremios docentes de la provincia de Buenos Aires amenazan con no comenzar las clases el próximo ciclo lectivo. Este año las escuelas públicas no cumplirán con la ley que dispone un calendario de 180 días de clases.
"El paro fue total en toda la provincia. Hubo un 98 por ciento de acatamiento", dijo a LA NACION, Roberto Baradel, secretario general de Suteba. "Esperamos que el gobierno registre la protesta. Tiene que reflexionar. Esperamos que el gobernador Daniel Scioli intervenga en el conflicto", expresó el sindicalista.
Las cinco entidades que integran el Frente Gremial Docente Bonaerense -Suteba, FEB, UDA, AMET y Sadop- recordaron que el paro fue convocado por "la falta de respuesta del gobierno provincial a los reiterados reclamos de los trabajadores de la educación por el pago de los salarios adeudados y la totalidad de los retroactivos, la falta de convocatoria a la comisión técnica salarial de paritarias y la urgente elaboración del decreto de equiparación de las asignaciones familiares".
Además, el Frente Gremial Docente pidió "por el inicio de la discusión que permita avanzar en la definición del salario 2013 y la solución a la grave situación edilicia de los establecimientos escolares".
Los gremios coincidieron en que la jornada de la huelga registró un nivel de adhesión del 95%, con picos del 98%.
La medida también afectó fuertemente a los colegios de gestión privada, con "entre un 60 y un 65% promedio de acatamiento en todo el territorio provincial y un pico del 70 en La Plata", según informó Sadop.
Desde la FEB, Mirta Petrocini señaló que "han querido hacer creer que este es un paro con intenciones políticas. Pero la contundencia de la medida habla por sí sola del verdadero sentir de los docentes; no puede ser que el 97 por ciento de la docencia bonaerense tenga intencionalidades políticas".
Desde el gobierno provincial ayer no hubo respuesta a los maestros. La directora general de Cultura y Educación, Nora de Lucía, que antes de ayer calificó la medida de fuerza como un "paro irracional y turístico", se llamó a silencio y no volvió a confrontar verbalmente con los gremios.