El aborto es ley, pero podría haber veto
La Legislatura porteña aprobó por 30 a 29 votos el proyecto de ley de interrupción de embarazos no punibles en una sesión en la que no faltaron la controversia y la discusión; la nueva iniciativa no fue apoyada por los diputados del macrismo
Con escándalo de fondo, peleas y fuertes discusiones, la Legislatura porteña aprobó el proyecto de ley de aborto no punible para casos de violación, riesgo de vida para la madre o adolescentes que deseen interrumpir sus embarazos sin autorización judicial.
La diputada por el kirchnerismo María José Lubertino se llevó el premio mayor al disparate de trasnoche al publicar en su cuenta en Twitter: "[Victoria] Morales Gorleri y [Sergio] Bergman: saquen sus rosarios y sus kipas de nuestros ovarios!". Por esa declaración, la legisladora porteña fue denunciada por discriminación ante el Inadi, organismo que, paradójicamente, manejó durante un largo período. Al final, ya de día, Lubertino aclaró: "Puede no haber sido el momento más oportuno para ese comentario, ese tuit".
Más allá de este grave comentario, la iniciativa, que se ajusta al criterio adoptado por la Corte Suprema de Justicia en un fallo referido a una joven de Chubut violada por su padrastro, fue aprobada por 30 votos a favor y 29 en contra. Es decir, que la ley salió con un número muy ajustado de votos porque a pesar de que Pro posee mayoría parlamentaria, el número no les alcanzó para frenar la votación positiva. Los representantes de la Coalición Cívica, aliados del macrismo en algunos temas, esta vez decidieron sumarse al colectivo de legisladores en favor de la nueva normativa.
Sucede que la nueva ley contiene algunas diferencias respecto de la resolución que estableció un protocolo de procedimiento para abortos no punibles impulsado por el jefe de gobierno, Mauricio Macri, hace unos diez días. En esa reglamentación, que lleva la firma del ex ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, no se establecía un límite de tiempo específico para realizar la intervención, sino que utiliza el término "sin dilaciones", por lo que los pasos y trámites previos al aborto podrían extenderse hasta hacer inviable el aborto. Además, fija como plazo máximo para realizar el aborto las 12 semanas de gestación. Ahora, de entrar en vigencia la nueva ley, ese protocolo muy resistido por la oposición al macrismo y organizaciones en favor de la despenalización del aborto quedaría sin efecto. Lemus, a todo esto, quedó fuera del ministerio pocos días después de haberse anunciado el polémico manual de procedimiento.
La gran incógnita, que ayer no pudo ser develada, es si Macri vetará o no la ley, según surgió de los comentarios de varios legisladores de la oposición. "Avanzamos en el acceso de las mujeres al aborto seguro, legal y gratuito en casos de violaciones. Es un triunfo del movimiento de mujeres y de los sectores populares de nuestra sociedad. Si Macri veta la ley, será la Justicia quien deberá actuar nuevamente", expresó María Elena Naddeo, del Frente Progresista y Popular. El diputado que preside la Comisión de Salud, Jorge Selser, estimó: "Va a haber presiones de distintos sectores para que sea vetada la ley, y si Macri lo hace, va a tener que afrontar el costo político".
Virginia González Gass, de Proyecto Sur, consideró que de concretarse esa determinación por parte del Ejecutivo "igualmente vamos a sostener esta norma porque el macrismo no puede vetar leyes porque no le gusta, así no se puede gobernar"; en tanto que para Alejandro Bodart, del MST, "sería un grave error de Mauricio Macri" rechazar la normativa en vez de reglamentarla. Dentro del macrismo, hubo silencio de radio a la espera de una decisión por parte del jefe de gobierno. No sería la primera vez, de todos modos, que Macri impugne la ley, tal como lo hizo en otros casos con temas en los cuales no estuvo de acuerdo con lo emitido por el Parlamento, o bien no consideró necesarios para la Ciudad.
Uno de los puntos más resistidos por los legisladores de Pro es que la nueva ley admite como válido el consentimiento de una adolescente para acceder a un aborto no penado a partir de los 14 años de edad, no fija un plazo máximo de semanas de gestación para la realización de la práctica, pero sí establece un tope de cinco días desde que se solicita para concretar la interrupción del embarazo. Es decir que una adolescente puede avanzar con el aborto a través de una declaración de violación sin requerir el consentimiento de sus padres.
Este debate, en realidad, reactualiza los argumentos a favor y en contra que se suscitaron en marzo pasado cuanto la Corte Suprema fijó su posición para todo el país. Cabe aclarar que aún hay muchas provincias argentinas donde el protocolo de procedimiento aún no fue adecuado para estos casos.
"Es necesario que los estados introduzcan leyes o reglamentos para garantizar el acceso de los niños al asesoramiento y al consejo médico confidencial sin el consentimiento de los padres, independientemente de la edad del niño, en los casos que sea necesario para la protección de la seguridad o el bienestar del niño", dijo ayer Laura Musa, asesora general tutelar de la Ciudad.
Tras la finalización de la sesión, los diputados que votaron a favor celebraron la aprobación del proyecto que reunió las posturas de las bancadas opositoras, pero de inmediato comenzó a correr el rumor de un probable veto de Macri.
Entre las repercusiones, Amnistía Internacional Argentina apoyó la aprobación de la normativa, y señaló que deben promoverse con urgencia planes concretos que aseguren el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de mujeres, niñas y adolescentes. También la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (Feim) celebró la aprobación del proyecto de ley.
María José Lubertino
Diputada kirchnerista
"Morales gorleri y Bergman: saquen sus rosarios y sus kipas de nuestros ovarios!"