El arte callejero homenajea a íconos populares de la cultura y el deporte
Sabato, Goyeneche, Maradona y Tevez, entre otros, tienen sus murales en los barrios metropolitanos
Aunque no lo parezca, el Cabildo está en el barrio de Saavedra. Y cerca del Cabildo hay un tigre, dos hermanos que huyen de una casa tomada y una voz transformada en imagen y color: la del "Polaco" Goyeneche, que canta un tango junto al amor de su vida, el club Platense.
El arte callejero porteño recrea escenarios y homenajea a ídolos locales en lugares siempre inesperados. En el caso del Cabildo, el "Polaco" y los cuentos de Cortázar, su historia comenzó hace cuatro meses en Cornelio, bar situado frente al parque Saavedra. Un día de abril, el dueño del café se propuso embellecer la vista de su comercio. Para eso, acordó con Eduardo Castells, mozo del lugar, subvencionarle la pintura si convencía al vecino de alegrarle el frente de su casa.
Sin dudarlo, Castells cruzó la calle y tocó el timbre de la casa de Luis Mainardi. Juntos advirtieron que donde hay un Cornelio y un Saavedra no puede faltar un Cabildo. Y fue así como, subido a los andamios y durante ocho días, el joven mozo que nació en Barcelona y llegó a la Argentina hace siete meses pintó con látex y finalizó con laca el mural de cerca de 100 metros cuadrados. "Ahora, este sitio se perpetuará para siempre. Y además, ¿hay algo más lindo que rodearse de cultura, colores y vida?", pregunta hoy Mainardi, feliz y satisfecho.
El Cabildo de Saavedra tuvo un éxito impensado. Los vecinos del barrio apreciaron un nuevo paisaje y, contentos por el cambio, les propusieron a los artistas callejeros pintar las paredes de sus casas. Por eso, frente al parque se pueden ver hoy grandes murales inspirados en los ocho cuentos de Bestiario, el clásico libro de Julio Cortázar. Además, al lado de sus obras, los artistas colgaron fotocopias de los relatos, pintaron un muro a manera de pantalla y una rayuela en el piso.
"Con los murales de íconos e historias porteñas buscamos embellecer los espacios y transmitirles a los vecinos la cultura y el conocimiento popular", dice Castells.
Y tras la literatura llegó el momento del tango, indiscutida banda de sonido de la ciudad. Un ejemplo de ello es la pintura en honor a Roberto "Polaco" Goyeneche, que se encuentra en Superí y Besares.
Pero Saavedra no es el único barrio que se reinventó con imágenes modernas y coloridas. En Fuerte Apache, justo en el edificio donde Carlos Tevez se crió y de cara al potrero en el que alguna vez comenzó a domar la pelota, Martín Ron y Leandro Frizzera lo homenajearon con un gran retrato de su imponente figura con la camiseta argentina. "Lo hicimos en 2010, durante el último Mundial de fútbol, cuando Tevez se transformó en el jugador del pueblo. Luego pensamos en hacer lo mismo con otros ídolos y ahí comenzaron a surgir nuevos proyectos", dice Ron frente al mural de más de 30 x 5 metros.
Estos artistas representaron a Isabel Sarli en Villa Urquiza; a Ernesto Sabato en el día de su cumpleaños número 100 frente a su casa en Santos Lugares, y a Diego Maradona, en Av. Libertador y Dorrego, al que dieron forma y color en apenas un día.
En cuanto a la recepción de su arte, los jóvenes aseguran que unos vecinos los felicitan, otros los tratan como delincuentes y alguno los critica por el tema elegido. "Pero, para bien o para mal, nunca pasa desapercibido", dice Ron. "Lo que nosotros queríamos era mostrar a los grandes como gigantes", dice Frizzera. A través de artistas como ellos, hoy esos gigantes observan desde los muros el milagro de un arte capaz de, entre otras cosas, llevar al Cabildo al barrio de Saavedra.
Claves del street art
- El fenómeno nació tras la crisis de 2001, cuando los artistas se propusieron pintar los muros de la ciudad con colores y mensajes alegres para paliar el malhumor social.
- El trabajo de los artistas callejeros porteños ya ha sido reconocido en distintos lugares del mundo. La última gran muestra internacional en la que participaron grafiteros locales fue "De dentro é de fora", que tuvo lugar de agosto a diciembre del año pasado en el brasileño Museu de Arte de São Paulo (MASP).
- En el barrio de Saavedra , los vecinos apoyan a los artistas. Algunos les permiten pintar el frente de sus casas, otros les compran las pinturas.
- Para un mural como el de Carlos Tevez, en Ciudadela, los artistas utilizaron 40 litros de pintura. La obra mide unos 30 x 5 metros.