Imprudencia en autopistas: casi el 70% de los pasajeros que viajan en asientos traseros no usa el cinturón de seguridad
Un informe de Cesvi Argentina en la Panamericana y el Acceso Oeste concluyó que es una de las principales faltas; en el caso de los conductores la cifra es del 23%
Lo más preocupante tiene que ver con el cinturón de seguridad: el 22,8% de los conductores aún no lo utiliza y la cifra aumenta para el caso de los copilotos (49,7%) y aún más para los pasajeros que viajan en los asientos traseros (68,2%). El dato surge de un estudio elaborado por Cesvi Argentina sobre el comportamiento de los conductores en las autopistas Panamericana y Acceso Oeste, realizado dentro de las actividades propuestas en la Semana del Seguro y la Prevención. En el informe se analizaron tres acciones puntuales que inciden directamente en los accidentes, las lesiones y los fallecimientos. Además del uso dispositivo móvil se observaron la utilización del cinturón de seguridad en todo el habitáculo y las luces de giro para anticipar maniobras de sobrepaso.
“La gente siente que la butaca delantera puede amortiguar el impacto, pero eso no ocurre. En un choque los ocupantes de las plazas traseras sin cinturón salen despedidos hacia delante y quiebran las butacas delanteras que no están pensadas para aguantar un impacto tan brusco. Da la sensación que puede amortiguar, pero se quiebra con mucha facilidad”, explicó Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de CESVI.
Esta situación ocurre habitualmente en los siniestros viales. Ejemplos hay muchos, pero alcanza con recordar el accidente que hace algunos meses protagonizó el piloto de Turismo Carretera, Mauro Giallombardo, en una ruta de Bariloche. El auto que conducía chocó de frente con un colectivo y las dos personas que viajaban en las plazas traseras impactaron contra los ocupantes de las butacas delanteras. Como consecuencia Giallombardo sufrió heridas graves al igual que el resto de los pasajeros.
“Es más peligroso no llevar cinturón porque hay mayor recorrido, se puede hacer daño la persona que viaja atrás o el que va adelante. Hay casos en el que el de atrás mató al de adelante que viajaba con cinturón”, agrega Brambatti.
Otras imprudencias
Para realizar el estudio un equipo de seguridad vial de Cesvi relevó 2000 automovilistas en las dos autopistas por donde circulan alrededor de un millón y medio de vehículos por día. La metodología para recolectar los datos consistió en el seguimiento de los rodados a través de un móvil que fue tomando cada dato individualmente.
“Hay un falso mito que si uno viaja en las plazas traseras no es necesario utilizar el cinturón, pero hay mucha ignorancia de las lesiones que se pueden generar”, aporta Fabián Pons, de Ovilam. “Es responsabilidad del conductor que todos se pongan el cinturón, lo dice la ley 24.449 [ley de tránsito aprobada en 1994]. La multa se aplica al conductor en caso de que no se utilice”, agrega.
Según la asociación civil Luchemos por la Vida, en 2016 se registraron 7268 muertes en accidentes de tránsito en toda la Argentina y en los últimos 25 años hubo entre 7000 y 8000 fallecimientos anuales. El riesgo no sólo está presente al no utilizar el cinturón de seguridad. El error humano es el principal factor de siniestralidad vial y en ese contexto, las distracciones son sus causas fundamentales. Dentro de ellas hay un protagonista peligroso: el celular.
El uso del celular al volante representa una de las distracciones más peligrosas en la dinámica del tránsito. Enviar un mensaje de texto o un audio de WhatsApp demanda, al menos, entre cinco y siete segundos, tiempo suficiente para que un conductor pierda el control del vehículo y provoque una tragedia. Se trata de una conducta grave en la ciudad y mucho más, en las vías rápidas de acceso, donde el 13,5% de los automovilistas conduce y al mismo tiempo, utiliza el teléfono, según el informe del Cesvi.
“Un auto que circula a 120 km/h recorre unos 35 metros por segundo. Si se lee un mensaje de texto durante solo cinco segundos la persona estará manejando 175 metros sin prestar atención en el camino. Y así lo podemos calcular con cada acción que realizamos con el celular multiplicando los riesgos”, explica Brambatti.
Las maniobras riesgosas son también causantes de choques y en esa amplia lista, los cambios de carril sin señalizar ocupan los primeros lugares. En el informe de Cesvi, que se realizó durante diez días, se detectó que sólo el 23,9% de los conductores utiliza las luces de giro para anticipar su adelantamiento y el 26,3% para incorporarse al carril. Una de cada cuatro personas las usa para hacer un adelantamiento o volver a su carril.
Un informe similar fue presentado hace algunas semanas en Barcelona, España. Se trató del primer estudio sobre el comportamiento de conductores en la red de autopistas españolas. Entre los resultados más salientes surgió que el 21,3 % de los pasajeros de las plazas traseras no utiliza el cinturón de seguridad, que el 39,6 % de los conductores no usa las luces de giro para realizar adelantamientos y que el 4,6 % de los conductores usa el celular al conducir.