Tensión en el intento de desalojo de la Sala Alberdi del C.C. San Martín
El gobierno porteño envió efectivos de la Metropolitana al centro cultural, donde la sala se encuentra ocupada por un grupo de personas que piden, entre otras cosas, que se los reconozca como tutelares del espacio
El conflicto por la sala Alberdi del Centro Cultural San Martín (CCSM), que se mantiene entre un grupo de ocupantes y el gobierno porteño, se encontró en un pico de tensión esta noche, cuando la Policía Metropolitana intentó desalojar a los ocupantes, que se resistieron.
La sala es el centro de una larga disputa judicial, agravada por la presencia de "okupas" en su interior -cuatro personas y en la puerta del predio -aproximadamente 40 en el ingreso de Sarmiento 1551-, a quienes el gobierno porteño no reconoce como trabajadores o empleados.
"Hay que ser muy claros: en la ocupación no hay ningún trabajador de la sala Alberdi ni del Centro Cultural San Martín. Y tan grave como eso es que estas personas no cumplen la resolución que la Justicia dictó en mayo de 2012, por la cual se les prohíbe pernoctar, entre otras requisitorias que no respetan", dijo en enero pasado a LA NACION Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la ciudad.
Entre otras cosas, los ocupantes piden que se les garantice "el libre acceso a la sala" y se los reconozca como "tutelares del espacio", ya que, en su opinión, "son los ocupantes los que garantizan una forma no consumista de acceso a la cultura, que es justo lo que el gobierno quiere evitar".
Los orígenes de la toma
La historia del enfrentamiento se remonta a 2006 (durante el gobierno de Jorge Telerman), cuando el proyecto de refuncionalización del CCSM planeaba otras actividades para la sala Alberdi, que hasta entonces era sede de talleres y actividades teatrales.
Ante la posible pérdida de la fuente de trabajo, un grupo de docentes logró, el 28 de marzo de 2007, un amparo de la Justicia para evitar el traslado de las actividades. En 2008, ya con Pro en el Pode Ejecutivo de la ciudad, la Dirección General de Enseñanza Artística (de la que depende la sala Alberdi) ofreció el teatro Los Andes como espacio alternativo donde reprogramar las actividades de la sala Alberdi, y algunos docentes y talleristas aceptaron la propuesta de mudanza. "Como hasta entonces percibían su salario a través de una cooperadora, nosotros los pasamos a planta del gobierno y los designamos como docentes oficiales. Hoy todos ellos tienen sus beneficios sociales y de antigüedad", dijo Marcelo Birman, director general de Enseñanza Artística.
Mientras la Justicia resolvía que la sala Los Andes necesitaba unos cambios para ser aceptada como sucedánea de la Alberdi (situación a la que llegó hace menos de tres años), el 17 de agosto de 2010 un grupo de personas tomó la sala y, desde entonces, el espacio permanece ocupado.
Originalmente, admiten las autoridades, hubo alumnos y docentes entre los ocupantes, pero ahora aseguran que ya no queda ningún empleado ni asistente de los talleres entre los usurpadores.
El caso se judicializó y, en varias resoluciones, la magistrada Fabiana Schafrik ordenó que se efectivizara el traslado. La medida permanece incumplida. Por eso ahora, al finalizar la feria judicial, la fiscalía solicitó el desalojo y la detención de los ocupantes de ambos espacios, operativo que requiere ser comandado hoy personalmente por el jefe de la Policía Metropolitana.
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