La 9 de Julio cambia de cara por las obras del Metrobus
Están podando y trasladando casi 200 árboles, la mayoría, cerca de donde estaban; el gobierno porteño promete plantar 550 ejemplares nuevos; un ex legislador opositor presentó un reclamo en la Justicia
La avenida 9 de Julio es un ícono de la ciudad de Buenos Aires y su intervención genera polémica. Esta vez las obras del Metrobus y el trasplante de casi 200 añosos árboles de los más de 1400 que tiene la arteria generaron malestar entre un grupo de vecinos, a los que se sumó la oposición, que acudieron a la Justicia para intentar frenar la obra.
Los trabajos para liberar los canteros centrales de la avenida, por donde circulará el Metrobus que unirá el Bajo con la 9 de Julio Sur, incluyen el trasplante de 277 ejemplares de palos borrachos, tipas y jacarandás. De ellos, 108 serán replantados en el parque Thays, en los jardines del Borda y en la plaza Constitución y 169 serán removidos y plantados en los canteros laterales de la misma arteria.
"Mi único compromiso es con los árboles y con el legado que ellos dejarán a nosotros y a nuestros hijos y nietos. He visto cómo en la noche comenzaron a trasplantar ejemplares en la 9 de Julio. Seguramente las medidas obedecen a razones que muchos de los vecinos y habitantes de la ciudad desconocemos, pero también es cierto que no hemos sido informados ni consultados, y que se privará a una de las avenidas más importantes de un caudal importante de árboles que llevan allí un largo tiempo", dijo la artista plástica Cristina Coroleu, quien organiza anualmente la celebración del Hanami Nativo para honrar la floración de los árboles en la ciudad de Buenos Aires.
El operativo del trasplante al que se refiere Coroleu está a cargo del japonés Francisco Inomata, geólogo contratado por el gobierno porteño para realizar esta tarea. "Es entendible que haya preocupación y que al vecino le dé pena perder el árbol que tiene enfrente, pero yo le diría que mire el bosque que tendrá en el corto plazo", sostuvo Javier Corcuera, presidente de la Agencia de Protección Ambiental porteña.
"Este proyecto se realizó con un cuidado especial de los árboles. Y, cuando la obra termine, la 9 de Julio sumará 550 árboles nativos, es decir que incrementará en un 47% su capacidad para reducir el efecto de isla de calor y de mitigación de gases de efecto invernadero. Además, la avenida tendrá un mayor equilibrio ya que los canteros centrales sumarán árboles tanto en el Norte como en el Sur", agregó el funcionario porteño.
El proyecto también es defendido por el subsecretario de Tránsito y Transporte, Guillermo Dietrich, quien aseguró: "El Metrobus en la 9 de Julio va a ser un antes y un después en términos de movilidad y de transporte en toda el área central. Y conservará la unidad urbanística y ambiental". Dietrich agregó además que se retirarán menos del 2 por ciento de los árboles. Según el funcionario, ésos son los que están en malas condiciones fitosanitarias o no se corresponden con la unidad paisajística de la avenida.
Corcuera agregó que los ejemplares que se sumarán a la avenida son pata de buey y ceibo jujeño, rescatados de desmonte nativo. "Se instalará un nuevo sistema de riego automático más eficiente y nuevos maceteros de hormigón que permitirán que crezcan plantas herbáceas, lo que le dará más verde a la avenida", aseguró el funcionario.
Ayer, en tanto, el ex legislador porteño Facundo Di Filippo, con el patrocinio de los abogados ambientalistas Enrique Viale y Jonatan Baldiviezo, se presentó ante la Justicia para que se detenga la obra y se recomponga el ambiente dañado. El expediente será tramitado en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N° 14, a cargo del juez Guillermo Scheibler. El magistrado dio vista al gobierno porteño para que en un plazo perentorio responda sobre los cuestionamientos a la obra.
"El gobierno de Macri está avanzando con estas obras y avasalla las competencias propias del Poder Legislativo de la ciudad para encarar una obra que afectará en forma irremediable la calidad de vida de quienes habitamos Buenos Aires", dijo Di Filippo.
En el mismo sentido, el auditor porteño Eduardo Epszteyn señaló: "Todas las obras se están haciendo por mantenimiento de Espacios Verdes o de otras áreas. Están desagregando la obra total de manera que no se pueden conocer los costos. Lo único que licitaron fueron los paradores que todavía no fueron adjudicados".
En la presentación del plan de obras para el presupuesto 2013 se estimaba en 116 millones de pesos el costo total de los trabajos.