Por falta de control oficial, roban y venden adoquines porteños

Contar con un jardín decorado con adoquines no es muy difícil: basta con detectar los lugares donde se realizan obras de pavimentación, dar con la persona indicada y esperar el momento preciso para la transacción. Como pudo comprobar LA NACION , los adoquines -de valor patrimonial histórico- son comercializados en plena calle. Los obreros que los remueven los venden hasta a 20 pesos la unidad. O dan vía libre mientras no esté a la vista el encargado de la obra. También se consiguen en sitios de Internet a un costo menor y de a cientos de unidades.

A esta situación se suma que el predio de Villa Soldati donde el gobierno de la ciudad los deposita cuenta con una vigilancia mínima, de apenas dos agentes de la Policía Federal, circunstancia que no garantiza el ingreso restringido al lugar. Además, faltan varias rejas en el sector que da a la avenida Roca. Allí hay miles de adoquines removidos de las calles porteñas al alcance de la mano de cualquiera.

Aunque el Ministerio de Espacio Público se esfuerza en explicar que todos los adoquines son incluidos en un inventario y nadie puede entrar o salir del predio sin autorización, es evidente la falta de control sobre estos objetos de bien público, que tienen más de 100 años de historia. Y a pesar de que el Ente de Mantenimiento Urbano Integral (EMUI) le solicitó a la Procuración de la Ciudad el inicio de una querella por hurto y robo, los adoquines siguen desapareciendo, a granel o con cuentagotas.

Polémica en cada barrio

Cada obra de pavimentación tuvo también su polémica. Pasó en San Telmo, ocurrió en Palermo y ahora también en Belgrano.

Un ejemplo tuvo lugar el pasado jueves 15, a las 12.50, en la esquina de Montañeses y Monroe. Mientras el asado se cocinaba a mitad de cuadra, dos obreros colocaron cinco adoquines, removidos poco tiempo antes, en el baúl de un coche gris. La transacción se cerró con un billete de 100 pesos. "Vamos a estar dos semanas más, así que vení cuando quieras y te seguís llevando", dijo el hombre, de gorra verde y mameluco naranja.

Cerca de allí, en Arribeños y Roosevelt, uno de los encargados de la obra no quiso comprometer al personal. "Arrimá el auto al cordón y te llevas 20 o 30; más no, para que no se arme lío", explicó. Y en Vilela y Ciudad de La Paz ocurrió lo mismo con otro operario: "Vení después de las 16, porque antes está el jefe. Te llevás algunos y después nos tirás unos pesos ". La pila de adoquines estaba frente a un bulevar y una estación de servicio.

"Eso de que se los roban es una gran leyenda. Los adoquines se almacenan en el anexo de Parque Roca, hay por lo menos 10.000 camiones volcados allí. El predio está cerrado, no entra cualquiera", explicó Claudio Gotelli, director del EMUI, ante la consulta de LA NACION. "Cuando se necesitan sacar se hace por comunicación oficial, documentación especial con autorización", agregó.

LA NACION pudo comprobar que se puede ingresar en el predio, llegar hasta los adoquines y permanecer allí durante varios minutos sin sortear control alguno. Pero un día después del testimonio de Gotelli la situación cambió. Segundos después de llegar al mismo sitio, dos guardias de la Federal solicitaron la documentación personal y registraron el ingreso. "Estamos acá de lunes a viernes, entra las 8 y las 18", dijo uno de ellos. "¿Robo a granel? Es poco probable; si roban, es menudeo, metiéndose por las rejas los fines de semana o de noche, aunque es muy peligroso porque está lleno de paqueros ", completó. En el mismo predio, los sábados y domingos se realizan torneos de fútbol y los participantes pueden ingresar con vehículos.

También cambió la situación en la zona de la calle Montañeses. "Hermano, no te podemos dar nada. Esto es todo del gobierno de la ciudad y nadie se los puede llevar. Además, comprometés mi trabajo", exclamó la misma persona que 24 horas atrás se había ganado 100 pesos en forma ilegal. La misma que minutos antes había indicado de dónde se podían sacar los adoquines, alejada de la vista de los jefes.

"El gobierno de la ciudad no tiene en cuenta este valor patrimonial histórico. A pesar del reclamo de los vecinos, el gobierno sigue adelante. Por eso el único recurso que nos queda es recurrir a la Justicia", sostuvo Santiago Pusso, integrante de la ONG Basta de Demoler, que adhiere a la defensa del patrimonio histórico.

Los adoquines de la calle Defensa y la gran parte de los que están en San Telmo están protegidos y declarados Área de Protección Histórica (APH). Pero no ocurre lo mismo en otros sitios de la ciudad, como en Palermo, donde semanas atrás la Justicia frenó el asfaltado sobre adoquines al darle curso a un recurso de amparo que presentó un grupo de vecinos. "Podríamos hacer lo mismo en las calles de Belgrano", advirtió Pusso.

Al mismo tiempo, hay avisos en sitios de subastas en Internet en los que se ofrecen lotes de hasta 2000 unidades. En la web de Mercado Libre, por 200 adoquines se piden $ 800; por 2000, $ 10.000; por 1250, $ 7000n y por 1300, $ 7700.

"No hay venta. No sé de dónde los sacarán, pero no son de la Ciudad. No hay forma de que salgan de Parque Roca. Me resulta extrañísimo. En caso de que sea cierto, vamos a accionar con la ley. La deshonestidad me saca", resumió Gotelli.

Números de la compraventa

La ruta de los adoquines, en la calle y en Internet

• 20
  
  pesos
  
  Es el dinero por el que se venden los adoquines en Belgrano, según pudo comprobar LA NACION
• 200
  
  Por esta cantidad de adoquines, piden $ 800 en la página web de Mercado Libre ( www.mercadolibre.com.ar )
• 10.000
  
  viajes
  
  Según la Ciudad, es la cantidad de trayectos realizados por camiones con adoquines al depósito de Soldati
• 2
  
  proyectos
  
  Fueron presentados en la Legislatura y buscan controlar el destino de los adoquines para que no sean vendidos ni robados
  
  Protegidos Los adoquines de la calle Defensa y gran parte de los que están en San Telmo se encuentran protegidos. Esto no ocurre en otros sitios de la ciudad, como el barrio de Palermo