Primavera en La Boca: un mirador en altura, murales y foodtrucks posicionan al barrio
A la par de la oferta de espectáculos, el festival Ciudad Emergente ofrece algunas opciones que buscan atraer público variado al entorno de la Usina; los artistas callejeros dejan su legado
"Me encanta. Estos días salgo del trabajo y camino y paseo por los diferentes stands", dijo Martín Leandro Del Priore, encargado del taller de la empresa de ómnibus La Veloz del Norte, que funciona en Juan Manuel Blanes al 100, en La Boca. Y agregó: "El año pasado les cedimos nuestra fachada de atrás para que la intervinieran". Justo detrás del galpón, sobre Benito Pérez Galdós, una enorme grúa eleva una plataforma circular, la gran estrella de la celebración de los diez años del festival Ciudad Emergente, que empezó ayer y seguirá hasta el domingo inclusive.
Desde 25 metros de alto, el barrio se abrirá ante los ojos de las 20 personas que podrán "volar" a bordo del dispositivo. Mediante un sistema de arneses, cada visitante tendrá la posibilidad de disfrutar los 10 minutos que dura la experiencia y tener la movilidad suficiente para poder tomar fotos desde diferentes ángulos.
Más allá de los números musicales que ofrecerá la 10» edición de Ciudad Emergente, que organiza el Ministerio de Cultura porteño, serán un valor agregado para los vecinos de la zona el llamado selfie point en las alturas y la serie de murales que se pintarán durante los cuatro días. El street art ya dijo presente en años anteriores, cuando se intervinieron frentes de diversos domicilios; ahora, 16 artistas tanto nacionales como internacionales dejarán su trazo sobre un mismo inmueble: el ex Frigorífico Pampa, con fachadas sobre Pedro de Mendoza, Blanes y 20 de Septiembre.
Esta iniciativa forma parte de Color BA, actividad organizada por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público dentro del festival Ciudad Emergente.
Desde aerosoles hasta pinceles, desde pequeños dibujos hasta murales enormes que necesitan de escaleras y hasta grúas para poder concretarse se entremezclaban ayer para transformar el inmueble en un verdadero museo a cielo abierto. "Jugamos con la forma y la figura y mantenemos nuestra técnica, que es el collage con papel. Está buenísimo poder formar parte de un festival que mezcle tantos artistas. Mucha gente que pasa por acá nos pregunta por ejemplo a qué remiten las imágenes que usamos", dijo Gerdy Harapos, uno de los cinco miembros de BA Pasteup, un colectivo de artistas.
En la pared siguiente, una artista dibujaba pequeñas líneas negras sobre un enorme círculo blanco. El trabajo era minucioso y requería sólo un pequeño pincel y mucha concentración. "El año pasado vine a ver y dije: «Un día voy a estar acá». Y así fue", recordó Adélaï de Aronio, una francesa que desde hace muchos años vive en Buenos Aires. "La Boca está cambiando por todas las pinturas que hay. La gente viene mucho y le gusta", sumó.
"Antes estábamos en Recoleta, pero nos mudamos porque queríamos crecer. Nos vinimos para el Sur buscando más lugar y que el festival pudiera posicionar el barrio y mostrar su potencial", dijo Viviana Cantoni, subsecretaria de Gestión Cultural porteña.
Otra apuesta fuerte de Ciudad Emergente, que se reforzó aún más en esta edición, es la oferta gastronómica. Debajo de la estructura de la autopista Buenos Aires-La Plata, una especie de calle cerrada contiene cerca de diez foodtrucks con diversas opciones. Desde helados hechos a base de nitrógeno, hamburguesas de arroz yamaní y hasta las clásicas empanadas salteñas son algunos de los menús que los visitantes podrán disfrutar mientras esperan a su banda favorita. "La idea fue mantener opciones clásicas como la hamburguesa, pero sumar otras más innovadoras, como vegetarianas o gourmet", aclaró Cecilia Gómez Padilla, miembro de la Subsecretaría de Gestión Cultural y encargada del sector gastronómico.
Dentro de ese mismo espacio, habrá cocina en vivo de la mano de reconocidos foodtubers como Juliana López May, que traerá una receta de biscotis de almendra, y El Gordo Cocina, que hará el clásico brownie con dulce de leche. Los visitantes no sólo podrán escuchar las diferentes propuestas, sino también probar los platos que los cocineros preparen en el momento.