Descubrieron otro superpredador
Investigadores de la Universidad de Uppsala, Suecia, lograron resolver un enigma centenario: en un trabajo que acaba de publicar Science , describen un extraño "monstruo" de los mares que vivió hace alrededor de 500 millones de años.
Tan extraño era el aspecto de la Hurdia victoria -una suerte de langostino gigante apodado "el tiranosaurio de los mares cámbricos"- que los paleontólogos necesitaron casi un siglo para poner las piezas del rompecabezas en su lugar y dar con la imagen real de un animal que hoy aporta datos sobre los primeros artrópodos.
Su historia comienza en 1912, cuando el hallazgo de fragmentos fósiles de varios especímenes de 500 millones de años de antigüedad en una cantera de la Columbia británica canadiense dieron lugar a su descripción como una suerte de crustáceo primitivo.
Piezas de un rompecabezas
Décadas más tarde, otras partes de su anatomía fueron descriptas como especies separadas de medusas, pepinos de mar o artrópodos. En los años 70, nuevos análisis de los restos fósiles llevaron a clasificarlo como un artrópodo (un animal invertebrado con esqueleto externo y apéndices articulados, como los crustáceos, los insectos y las arañas), y luego, en los 80, tan sólo como un espécimen inusual de otra especie de artrópodo marino.
Ahora, gracias al hallazgo y estudio de restos fósiles del espécimen mejor preservado, que permanecieron guardados en el Museo Smithsoniano de Historia Natural en Washington, Estados Unidos, los paleontólogos han resuelto este rompecabezas centenario.
¿Cómo era la Hurdia victoria ? Con medio metro de largo, un cuerpo segmentado parecido al de un camarón, una boca circular con varias hileras de dientes y un par de pinzas espinosas debajo de la cabeza, este artrópodo primitivo se encontraba en la cima de la cadena alimentaria de los mares cámbricos, 250 millones de años antes de la aparición de los dinosaurios.
El misterio continúa
Como muchos animales que poblaron esos mares, la Hurdia victoria tenía características físicas que jamás volvieron a verse en ningún otro ser vivo. En este caso, un gran caparazón triangular que se proyectaba por delante de su cabeza.
"Esta estructura es diferente de cualquiera que haya sido vista en otro fósil o en un artrópodo viviente", comentó Allison Daley, principal autora de la descripción de este organismo.
"En muchos animales, el caparazón es utilizado para proteger las partes blandas del cuerpo, como en los cangrejos o langostas, pero esta estructura en la Hurdia está vacía y no cubre ni protege el resto del cuerpo -agregó-. El uso de este largo caparazón es un misterio."