"Jamás pensé llegar a los 100 años"
WASHINGTON (Corriere della Sera).- Los hermanos Kahn tienen algo en común: Helen Faith cumplirá 100 años en noviembre; su hermana Lee, apenas ha festejado los 98; Irving tiene 95 y Peter ostenta 91.
Helen Faith responde al teléfono en su villa de Westsport en Connecticut, la ciudad de Paul Newman. Es una mujer de increíble vivacidad.
-En su foto del Wall Street Journal usted apareció fumando...
-Sí, como hago habitualmente. De medio a un paquete de cigarrillos por día. Cuando iba a la universidad todos fumaban y no quería ser distinta. ¿Recuerda los films de entonces? Todos los actores tenían el cigarrillo en la boca. Pero jamás lo inhalé. El médico me dice que tengo pulmones inmaculados.
-¿Cuál es su secreto?
-Si lo supiera sería otro Einstein. Es aquello que la gente de la Universidad de Harvard y otras instituciones han estado tratando de descubrir por medio de mi familia. Yo creo que para vivir muchos años hace falta estar siempre activo. Pero no pensé jamás en alcanzar los 100 años. Es un gran regalo.
-¿Tuvo una existencia particularmente sana?
-Nací y crecí en Manhattan, que no es el lugar más saludable. Enseñé 30 años historia en la universidad y después trabajé en la televisión, que no es el trabajo más liviano. Nunca hice ejercicios. Siempre comí lo que quería, incluso grasas, pero en cantidades pequeñas. Y nunca bebí demasiado.
-¿Tuvo graves enfermedades?
-No, tuve mucha suerte. Debe ser por el gen. Pero hoy todos viven mucho más: en 1900, la expectativa de vida de la gente en América era de 49 años, ahora es de 77.
-¿Tuvo hijos?
-No. Me casé con un cardiólogo y estuvimos siempre muy ocupados. Quedé viuda hace tiempo, y mis amigos querían que me volviera a casar. Pero, ¿con quién? ¿Con un hombre más anciano que yo, con artritis y dentadura postiza? ¿Y para qué? Para compartir recuerdos no es necesario casarse.
-¿Qué se siente al ser centenario?
-Libertad y euforia. Cultivo la música, el piano es mi pasión. Voy a las muestras de pintura, otro de mis hobbies. Leo, soy una devoradora de libros. Me gustan las biografías y la historia, pero de las costumbres, no de la guerra, de la vida, no de la muerte. Estoy con mis amigos, que casi todos son jóvenes de 80 años.
-¿Viaja todavía?
-Dejé de hacerlo a los 98. Mi último viaje fue a Rusia. Comencé a viajar luego de la muerte de mi marido. Visité 15 países, entre ellos Polonia, de donde mis padres emigraron a América.
-¿Tiene achaques?
-No. No necesito medicamentos ni vitaminas. Tengo sólo un problema: me cuesta masticar. No digiero los alimentos duros. Voy a los restaurantes donde cocinan bien, porque no tengo dentadura postiza. Es un privilegio.
-¿Cómo festejará su cumpleaños?
-Ya lo estoy festejando. Quería organizar un banquete para 200 amigos. Luego pensé que de ese modo no podría hablar con ninguno... Así, cada sábado, organizo un almuerzo para 6 o 7 personas. Ya comencé con mi familia, luego pasé por mi abogado, mi médico, mi administrador, y ahora empezó el turno de los amigos.