Propone utilizar rutinariamente órganos de mayores de 35 años. "La cantidad de trasplantes podría aumentar un 10%"
Lo dijo el doctor Alejandro Bertolotti
"En las primeras experiencias de trasplante cardíaco realizadas en el mundo, el límite de edad considerado para aceptar un donante era de 35 años. Hoy, más de 20 años después, los criterios de selección se han extendido, y la edad es una contraindicación relativa", afirmó el doctor Alejandro Bertolotti, subjefe de Trasplantes Intratorácicos de la Fundación Favaloro.
Según los resultados de un estudio, que dirigió Bertolotti y fue presentado en el último Congreso de la Sociedad Argentina de Trasplante, la utilización de donantes añosos no sólo no tuvo un impacto negativo a corto y largo plazo, "sino que demostró ser una estrategia efectiva para paliar la falta de donantes óptimos", aseguró el experto.
Durante los últimos trece años, el porcentaje de donantes añosos utilizados en la Fundación Favaloro fue casi duplicado. "Creció de un 11% en el período 1993-2000 a un 20% entre 2001 y 2005, lo cual indicaría que, si este incremento se mantiene, la cantidad de trasplantes cardíacos podría aumentar un 10% en los próximos cuatro años", estimó Bertolotti.
Detalles del estudio
Entre febrero de 1993 y agosto de 2005, en la Fundación Favaloro se realizaron 221 trasplantes. "Para realizar el análisis retrospectivo se dividió a la población de receptores según la edad de los donantes -explicó-. El grupo de donantes añosos, con 31 pacientes, incluyó a los receptores de donantes mayores de 40 años, y el grupo de donantes jóvenes, compuesto por 190 pacientes, a los de menores de 40."
Para determinar la evolución posoperatoria se analizó la incidencia de ciertos eventos como la falla del ventrículo derecho, los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia renal aguda, entre otros. "No se hallaron diferencias estadísticas significativas entre ambos grupos, incluso hasta en los índices de mortalidad los porcentajes fueron similares", agregó.
Con respecto a la procuración de órganos para trasplante, el estudio reveló una gran diferencia entre los países desarrollados y la Argentina. Según el informe, en 2004 se procuraron 1,82 corazones por millón de habitante. "En Canadá, con una población similar a la nuestra, de 31,9 millones de habitantes, la procuración de corazones en ese mismo período fue de 4,6 por millón de habitante", señaló Bertolotti.
Sobre la base de las experiencias de otros centros internacionales, el especialista enfatizó la importancia de selección de los donantes. "Una de las claves es no sumar factores de riesgo ya conocidos, como por ejemplo el tiempo en que el órgano, al estar desconectado de la circulación sanguínea, no recibe oxígeno."
En comparación con otros órganos, la utilización de este criterio en trasplantes cardíacos es mucho más reciente.
"El corazón es más frágil y delicado que la córnea, el riñón o el hígado, donde se han llegado a utilizar donantes de más de 70 años. Además, si un implante de riñón falla existe la opción volver al tratamiento de diálisis, y con el hígado es posible mantener estable al paciente hasta que aparezca un nuevo órgano. Con el corazón no hay segundas oportunidades. Tenemos una sola chance, y de todas maneras debemos intentar que sea la mejor."