Entrevista con George Alleyne, titular de la OPS. "La crisis es grave, pero se puede hacer mucho con poca plata"
Lo afirmó el funcionario en Buenos Aires
Este es, sin duda, un año de celebraciones para la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la institución de salud pública más antigua del mundo, ya que cumple su primer centenario de vida. Sin embargo, su máxima autoridad, sir George Alleyne, no vino a Buenos Aires de festejo. "Tenía programada una visita para septiembre, pero decidí adelantarla porque la OPS quiere colaborar con las autoridades sanitarias argentinas en este difícil momento", dijo el funcionario a LA NACION, durante una entrevista realizada justo antes de que Alleyne y Juan Manuel Sotelo -representante de la OPS/OMS en la Argentina- se entrevistaran con el ministro de Salud, Ginés González García. El viernes, el titular de la OPS ya se había integrado a la mesa de Diálogo Social impulsada, entre otros organismos, por las Naciones Unidas, organización de la que depende la OPS.
-¿Cómo evalúa la situación argentina actual en materia de salud?
-Es preocupante, pero no hay que perder las esperanzas. Los argentinos han logrado cosas en materia de salud, y muchas se pueden continuar: la crisis es grave, pero se puede hacer mucho con poca plata. Me refiero sobre todo a la prevención, para la que -sin duda- se necesita apoyo estatal.
-A pesar de los avances, ¿no es absurdo que a 100 años de su creación la OPS tenga que ocuparse de combatir enfermedades medievales, como el cólera o el dengue?
-No creo que la situación sea la misma. En el siglo anterior murieron miles de personas en Buenos Aires por causa de la fiebre amarilla, un asunto que ahora es muy lejano. Lo que ocurre es que las enfermedades infecciosas nunca van a desaparecer. En 1902 no había sida, y ahora es una enfermedad que preocupa a todo el mundo. Nunca vamos a conquistar a todas las plagas. Además, en este momento conocemos mucho sobre otras enfermedades, las no transmisibles, lo que nos da la oportunidad de hacer prevención.
-Sin embargo hay países que, si bien no conquistan, saben dar batalla a muchas de las patologías que en América latina continúan siendo graves para la salud pública...
-Sí, es cierto. El sida, por ejemplo, afecta a todos los países. El desafío es emparejar los matices, porque no hay equidad. Y la equidad, para la OPS, es una meta vital: los grupos vulnerables deben gozar del acceso a una atención en salud que ofrezca calidad.
-Hablando de metas, ¿cómo vamos en relación con la erradicación del sarampión?
-Muy bien. El año pasado sólo tuvimos 534 casos de viruela.
-Hace pocos días la OMS pidió que no se destruyeran los reservorios de viruela para poder elaborar vacunas en caso de ataques bioterroristas. ¿A la OPS le preocupa el tema?
-Obviamente. Como parte de la OMS nos estamos ocupando del asunto. Convocamos a un grupo de expertos y llegamos a las siguientes conclusiones: primero, todos los países deben tener un buen sistema de vigilancia. Segundo, no es necesario establecer mecanismos nuevos contra el bioterrorismo. Si ya hay comités de emergencia, deben ser reforzados para que puedan atender emergencias de bioterrorismo o accidentes nucleares. Tercero, debemos evaluar la capacidad de producción de vacunas en la región. Pensamos que, en las Américas, los países que están en condiciones de hacerlo son Canadá, Estados Unidos, México, Brasil, Venezuela y la Argentina, aunque nos falta una investigación detallada sobre algunos laboratorios.
-Con respecto al tema vacunas, ¿piensa que este año estarán disponibles en la Argentina las que se aplican habitualmente, en forma gratuita, en los centros de salud?
-Sí, estoy seguro. La OPS va a colaborar con el Gobierno para que pueda conseguir vacunas y otros insumos indispensables.
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