La experiencia en el laboratorio
Los fracasos en la clonación pueden volverse éxitos súbitamente. Esa fue la experiencia del doctor Randall Prather, de la Universidad de Missouri, en años de esfuerzo para clonar cerdos. Una y otra vez, Prather empezaba el proceso de clonación y las células se morían. Ahora, él y otros clonan cerdos y no saben por qué funciona.
La clonación también depende de que los científicos tengan un toque delicado. "Requiere coordinación entre el ojo y la mano -dice el doctor Perry- y práctica constante, siete días por semana, 10 horas por día. Si uno no practica durante dos semanas, no vuelve al punto cero, pero se siente un poco oxidado".
También hay diferencias impredecibles entre las especies. El doctor Ryuzo Yanagimachi, que clonó ratones con el doctor Teruhiko Wakayama, ahora en ACT, dijo que alrededor del 2 al 3 por ciento de los esfuerzos para clonar ganado resultaban en el nacimiento de un animal. La mayoría del resto muere muy pronto: sólo alrededor del 20 por ciento de los embriones clonados llegan a la etapa de blastocistos.
Con los ratones, Yanagimachi dijo, alrededor del 50 al 60 por ciento de los clones llegan a ese estadio. Pero incluso más mueren después. Al final, dijo, obtenían éxito en el mismo porcentaje de casos cuando se trataba de ratones o de ganado.
lanacionar