Viceversa. Topografía de la creatividad
"Creatividad". Es un concepto que deslumbra. Tal vez, desde que nos dimos cuenta de que algunos la poseen en mayor medida que otros. Pero ahora que se hizo evidente que la innovación es el motor de la economía, la idea también se convirtió en una especie de piedra filosofal.
Según Richard Florida, uno de los "gurúes" que estudian la creatividad y cómo lograrla -ex profesor de las universidades Carnegie Mellon, MIT y Harvard- esta capacidad define las diferencias entre países.
Para Florida, la hipótesis de que gracias a la ciencia y la tecnología el mundo actual es "plano" [desde cualquier punto del planeta se puede participar en el mercado global], propuesta en su último libro por el columnista de The New York Times Thomas Friedman, está errada: el rasgo más significativo del paisaje económico del tercer milenio son las "cumbres" y los "valles" de creatividad que separan a las naciones.
Junto con el geógrafo Tim Gulden, de la Universidad de Maryland, Florida trazó una topografía creativa que muestra cómo alrededor de una docena de ciudades/regiones -tales como Tokio, San Francisco, Berlín, París, Nueva York y Taipei- concentra hoy día la producción intelectual que da origen a patentes.
"Cuando se trata de la economía, Nueva York sola iguala a toda Rusia, y Chicago, a Suecia", argumenta. Y asegura que el talento tiende a aglutinarse: desde los tiempos de Atenas, afirma, cuando la gente talentosa se junta, su creatividad no sólo se suma, sino que las interacciones multiplican su productividad individual.
Los resultados saltan a la vista. De las 300.000 patentes de más de cien naciones registradas en 2002 (último año para el que hay estadísticas), el 85% fue para residentes de sólo cinco países (Japón, los Estados Unidos, Corea del Sur, Alemania y Rusia).
¿Qué hace que un centro sea más creativo que otro? Para el investigador norteamericano, es la presencia de una universidad prestigiosa inserta en un mercado vibrante, y también la apertura a inmigrantes, el entusiasmo por los artistas y la habilidad para atraer el talento científico y tecnológico.
"La creatividad científica y tecnológica está más concentrada que nunca", advierte Florida. Y agrega: "Los picos más altos -las ciudades y regiones que lideran la economía mundial- se están elevando cada vez más".
Según parece, si pretendemos escalar las colinas del escenario económico mundial, tendremos que aprender a cultivar el talento. Ya lo predijo Einstein hace décadas: "Los imperios del futuro serán los imperios de la mente"...
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