Viruela: la Argentina fabricará la vacuna
La Argentina es uno de los cuatro países de América latina seleccionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para elaborar nuevamente la vacuna contra la viruela, cuyo último caso registrado ocurrió en Somalia, en 1977, pero que ahora parece amenazar otra vez al mundo, de la mano del bioterrorismo.
"La viruela es la única enfermedad infectocontagiosa que la medicina venció por completo -dijo a LA NACION el doctor Lombardo-. Hace más de 25 años que no se fabrica la vacuna."
El ministro de salud realizó el anuncio durante el intervalo de un seminario sobre bioterrorismo realizado ayer en el Edificio Libertador, en compañía del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Carlos Mugnolo.
El funcionario agregó que también fabricarán la antivariólica Brasil, México y Colombia. "Nuestro país fue elegido por tres motivos -afirmó-. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) funciona muy bien; tanto la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos reconocieron el alto poder de conocimiento infectológico que existe en nuestro país en ocasión del intercambio de información respecto del ántrax; la Argentina cuenta con una planta productora especialmente preparada, el Instituto Maiztegui, de Pergamino, equipada para elaborar la vacuna."
El ministro adelantó que nuestro país había solicitado la matriz de la nueva antivariólica al Instituto Pasteur de París. Pero Lombardo cree que la matriz definitiva será aportada por la Agencia Reguladora de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en el inglés), que eligió una nueva técnica para elaborar la vacuna.
"El 19 y 20 de diciembre -continuó- viajarán a Washington invitados por la OPS un representante de la Anmat y otro del Instituto Maiztegui. La vacuna estará lista en unos 6 meses."
El funcionario explicó que, además de autoabastecerse, en caso de necesidad la Argentina exportaría la vacuna a otros países no productores.
El ministro de salud recordó que a mediados de la década pasada la OMS resolvió que los países eliminaran todos los virus de viruela existentes, dado que desde hacía varios años la enfermedad se encontraba extinguida y no hacían falta más vacunas.
"Pero ni los Estados Unidos ni Rusia, además seguramente de otros países -dijo Lombardo-, cumplieron con esa orden. Al año siguiente, la OMS revisó su decisión y autorizó que los países mantuvieran el virus ante la posibilidad de que fuera utilizado en una guerra biológica y no pudiera elaborarse una vacuna."
Durante el seminario, Lombardo escuchó al capitán de navío de la armada norteamericana Arnaldo Olcese, un médico entrerriano nacido en 1942 que emigró a los Estados Unidos en 1973, participó en la guerra del Golfo Pérsico y, además de ser cirujano militar, es experto en guerra biológica.
Una vacuna olvidada
Olcese planteó un cuadro preocupante: dijo que si hoy apareciesen cien casos de viruela no habría forma de impedir la muerte de entre el 50 y 70% de la población mundial.
Los Estados Unidos cuentan con siete millones de dosis de la vacuna contra la viruela (y recién en 2006 podrían ser autosuficientes). Pero un ejercicio de gabinete con legisladores de ese país relatado por Olcese demostró que no serviría para detener la cadena de contagio.
El ejercicio se denominó Dark Winter y el planteo inicial fue el descubrimiento de diez casos de viruela en Oklahoma. Inmediatamente se aisló la zona y se vacunó a todo el mundo. Sin embargo, los síntomas empiezan a los 14 días de infección y en ese período de incubación se da el contagio. El resultado fue una epidemia incontrolable.
Entonces, ¿habría que vacunar a todos en forma preventiva? "Por ahora, ninguna autoridad mundial indica vacunar -dijo Lombardo-. Y si existiera un brote debería identificarse qué tipo de virus lo produce antes de realizar una vacunación masiva. Es cierto que hacen falta varios días para que la persona adquiera inmunidad frente al virus, pero como la viruela se contagia de persona a persona, la infección no corre como el fuego. En principio, se aísla a los afectados. De ocurrir, no sería algo masivo y rapidísimo."
El doctor Héctor Lombardo indicó que la población de mayor edad, que alguna vez recibió la vacuna antivariólica, está más protegida que los más jóvenes ante una eventual diseminación del virus.
En tanto, frente a directores de hospitales, militares y funcionarios del sistema de emergencia, Olcese comentó que "la sociedad no está preparada para aceptar el uso de agentes biológicos como métodos de destrucción masiva, pero hay que informarles a los médicos que es una posibilidad."