Alumnos que se transforman en empresarios
Rueda de Negocios, Empresas simuladasCentro de Educación media n 104, Bariloche, Río Negro
"La escuela hizo que me demuestre a mí mismo que puedo, y eso me sirvió mucho", afirma Antonio González, egresado hace 4 años del Centro de Educación Media (CEM) N° 104 en Bariloche (Río Negro). Allí formó parte del proyecto Rueda de negocios, empresas simuladas, que impulsaron sus docentes y directivos. Gracias a ello, Antonio logró adquirir las herramientas que hoy le permiten tener una salida laboral mediante un microemprendimiento textil que lleva adelante junto a su mujer. Ese es justamente el espíritu de esta iniciativa: empoderar a los alumnos y darles oportunidades para que puedan tener un futuro mejor. El proyecto se originó a partir de la inquietud de los profesores del área contable que observaban que el desarrollo de las asignaturas se alejaba de la realidad concreta y no despertaba interés en los estudiantes.
A su vez, los docentes estaban preocupados por otro desafío pendiente: facilitar la inserción laboral de estos jóvenes que pertenecen en su mayoría al alto barilochense, conocido como el barrio de mayor vulnerabilidad de la ciudad. De esta forma surgió el proyecto Rueda de negocios, empresas simuladas, a través del cual los estudiantes de 3er. año conforman equipos de trabajo y simulan la creación de microemprendimientos productivos. Fabricación de almohadones, comida árabe, centro de belleza, agencia de turismo y hasta guardería para perros, la imaginación de los alumnos no tiene límites. En este camino deben aprender todas las cuestiones propias para desarrollar el negocio que eligen simular, entre ellas, la legislación impositiva y laboral, la rentabilidad del negocio, trámites financieros e inmobiliarios, cuestiones sobre la ART o la AFIP.
El proyecto es trasversal a toda la escuela y genera una interacción permanente entre los diferentes cursos; los más chicos participan como clientes, los de 2° año como empleados (aprenden a armar su currículum y a presentarse a una entrevista laboral) y los más grandes simulan ser las entidades financieras o públicas.
"Si sabés aprovechar las herramientas que te da la escuela, se te allana el camino. Gracias al apoyo de los profesores que me guiaron en todo momento, yo aprendí desde cero cuáles son los pasos fundamentales para armar un microemprendimiento", explica Antonio. Por otro lado, María Andrea Prieto, directora de la escuela, expresa: "El proyecto trabaja sobre las capacidades emprendedoras de los jóvenes, potenciando sus posibilidades futuras, tanto vocacionales como laborales. Permite demostrar a los alumnos que es posible desarrollarse en forma autónoma desde un emprendimiento si se lo planifica, estudia y trabaja a conciencia. De esta manera los estudiantes descubren sus dones y aptitudes, y los ponen en valor. Nos damos cuenta de que a los chicos les gusta venir a clases porque sienten que la escuela es su lugar, el lugar donde mejor pueden estar".