Buenos Aires, lejos de ser una ciudad accesible
La arquitecta Silvia Coriat, de la Fundación Rumbos, enumera los puntos pendientes
Cada vez que se oye hablar de ciudades accesibles surgen de inmediato varias preguntas: ¿cuándo decimos que una ciudad es accesible?, ¿hay ciudades enteramente accesibles?, ¿cómo sería una ciudad idealmente accesible?
La arquitecta Silvia Coriat, directora del Area Accesibilidad de la Fundación Rumbos y autora de Lo urbano y lo humano. Hábitat y discapacidad , trató de resumir las características más notables: "Deberíamos en un principio hablar de cómo sería una ciudad accesible para todos: aquella que es amigable, anfitriona, donde los usuarios se sienten como en casa , ya sean habitantes o visitantes, y dentro de un abanico muy amplio de diversidad de características, tanto ergonométricas como funcionales (las características con las que uno nació o las que va adquiriendo en el transcurso de la vida). Una ciudad idealmente accesible sería la que tiene en cuenta tanto las características físicas de sus habitantes como las conductas que propicia; es decir, que tiene en cuenta las características más variadas de formas de ser y comportarse de las personas: hay chicos más inquietos que otros, gente más rápida para orientarse y gente que se desorienta fácilmente; gente que lee bien de lejos y gente que necesita acercarse para leer un cartel, etcétera".
Además, la especialista menciona que no hay que olvidar el factor social. La gente también se expresa socialmente por el conjunto de sus actividades y no sólo por los espacios. Entonces habría que empezar por no dejar a nadie afuera y desde ahí diseñar la ciudad.
Según estos parámetros ideales, parece difícil encontrar en las ciudades actuales ejemplos para seguir. Coriat puede mencionar algunas ciudades muy conocidas que por lo menos lo intentan: "Siempre se empieza por los espacios públicos, las veredas, las famosas rampas, porque es lo más visible, aunque no sea lo más imprescindible. Ciudades en las que se puede encontrar un buen desarrollo de sendas peatonales accesibles son Barcelona, Nueva York, Washington bastante, también Londres y París, aunque uno siempre está hablando de zonas o barrios más concurridos, más céntricos y más comerciales. En Londres hay muy buenos planos con itinerarios turísticos peatonales, donde se diferencia lo que es totalmente accesible de lo que es parcialmente accesible. Hay conciencia de la dificultad en la peatonalidad. En cambio, en Buenos Aires hemos sufrido un gran retroceso en el transporte, no sólo con respecto al cumplimiento de las normas para pasajeros con discapacidad en los colectivos; los taxis no son accesibles tanto para las sillas autoimpulsadas como para las motorizadas".
Docencia y difusión
El 28 y 29 del actual se realizará la Tercera Jornada Nacional de Accesibilidad Urbana y Edilicia Del gesto al hecho , organizada por AMIA (Area Discapacidad, discapacidad@amia.org.ar ), con el patrocinio del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), con la conducción del Plan Nacional Ciudades Accesibles. La intención es evaluar colectivamente lo ya hecho, con el intercambio de experiencias y conocimientos, y proponer la más amplia gama de experiencias de gestión en accesibilidad: desde acciones emergentes de propuestas del programa Ciudades Accesibles y del Plan Nacional de Accesibilidad hasta las experiencias locales desarrolladas por comisiones mixtas de organismos gubernamentales y ONG y grupos de gestión. Además de estos últimos, participarán adultos mayores, personas con discapacidad, profesionales interesados en la temática y particulares que hayan hecho experiencias de gestión. Entre otras entidades convocantes está la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), de la cual es integrante también la Fundación Rumbos (la actividad será gratuita, con inscripción previa, y contará con intérprete de lengua de señas e instalaciones accesibles para personas con discapacidad).
"La Argentina -reflexiona la arquitecta Coriat- es un país que viene firmando desde hace décadas pactos en relación con los derechos humanos: accesibilidad, discapacidad y otros derechos. Hay una situación muy particular: el país hasta ha sido pionero en leyes de accesibilidad. La legislación nuestra es de 1982, reglamentada en 1984; luego actualizada y perfeccionada de manera brillante en 1994, en la ley 24.314 y su decreto reglamentario de 1997, el 914. Son textos de una excelente calidad."
¿Qué falla entonces? La respuesta es clara. "Hay ausencia de implementación, que tampoco es algo automático. Hay que hacer docencia y difusión de estos temas, como hacemos desde Rumbos y todas las otras organizaciones que convergen en el programa Ciudades Accesibles, para ir construyendo caminos sobre qué hacer como sociedad. No sólo el Estado puede aportar: las ONG, las personas con discapacidad, sus familiares, los profesionales del diseño industrial, los arquitectos, los ingenieros..., hay que definir qué papel le toca a cada uno en esta arquitectura que hay que crear para gestar accesibilidad."
El tema está instalado en la Argentina y hay mucho trabajo por delante. La accesibilidad es una disciplina nueva y en constante evolución, pero nadie duda de que de su aplicación se obtendrán ciudades mejores para ciudadanos más felices.
Contactos
- Fundación Rumbos: www.rumbos.org.ar
Ciudad de Buenos Aires
- 6% de los bares porteños son accesibles
- 27% de las escuelas públicas son accesibles
- 6% de las escuelas privadas son accesibles
- 25% de los lugares de trabajo son accesibles
- 12% de los colectivos urbanos e interurbanos son accesibles
- 29% de las sucursales bancarias son accesibles
- 37% de los cajeros automáticos son accesibles
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