Derribar los mitos alrededor de los trasplantes
En qué consiste la donación de órganos y cómo es su procedimiento
LA NACIONExiste una gran falta de información, mitos y muchos miedos en relación a la donación de órganos, lo que hace que sean pocas las personas que deciden hacerlo con el fin de salvar a alguien más.
Según una encuesta realizada por el Incucai en 2013 en el marco de un universo de 700 entrevistas, solo la mitad expresó su voluntad del destino de sus órganos después de su muerte. Además, 8 de cada 10 afirma que jamás fue informado sobre los trasplantes y donaciones en el establecimiento de salud donde se atiende. Esto significa que el principal problema es la desinformación.
Los mitos más frecuentes están ligados al temor al descuido de la salud del donante o la extracción de órganos antes de morir o la posibilidad de entrar en el mercado del tráfico de órganos. ¿Es eso real?¿Cómo funciona el sistema?
En qué consiste un trasplante
El trasplante es un tratamiento médico indicado cuando no existe otra alternativa para recuperar la salud, la esperanza de vida, o de mejorar la calidad de la misma, de muchos argentinos y sólo es posible gracias a la voluntad de quienes dan su consentimiento para la donación.
El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) es el organismo que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza todas las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células para trasplante. A su vez, en cada una de las provincias argentinas y en la ciudad de Buenos Aires existen organismos oficiales dependientes de los ministerios de salud locales que actúan bajo la coordinación nacional.
Luis Rojas, presidente del Instituto de Trasplante de la Ciudad de Buenos Aires, define a la donación como “un acto personalísimo, solidario y amoroso”.
Existen dos tipos de donantes de órganos: quienes están vivos y los que ya fallecieron. Según la Ley Nº24.193 en su Artículo 15, los trasplantes entre vivos debe realizarse entre personas relacionadas, con el fin de preservar el altruismo y desinterés de quienes decidan realizar este procedimiento, y no nublar la acción con posibles conflictos económicos que entren en juego. Los órganos no pueden comprarse, tiene que ser un acto solidario. No obstante, existe un amparo legal, en donde avala la donación para situaciones no contempladas por la ley con la aprobación de una autoridad judicial.
La lista de espera
En el año 2016 cada cinco horas una persona recibió un trasplante de órganos en la Argentina. No obstante, muchos siguen esperando.
Mientras tanto, la lista de quienes esperan un órgano se actualiza constantemente. Actualmente son cerca de 8000. Todos los que lo solicitan están en una espera que parece eterna. Hasta que llega. Algunos esperan meses, otros años. Otros esperan algo que nunca va a llegar. La incertidumbre de la eterna expectativa los mantiene vivos, alimenta sus esperanzas, les permite soñar con un mañana.
Alejandra Naviero, subgerente de Relaciones Institucionales del Instituto de Trasplante del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, explica el proceso de inscripción en las listas: “para realizar el ingreso a lista de espera un paciente debe presentar un cuadro clínico compatible con insuficiencia terminal de uno o varios órganos. Debe ser evaluado por un equipo de trasplante quién define y realiza el ingreso a Lista de Espera. Todos los equipos de trasplante de son habilitados y fiscalizados por el Incucai y /o los organismos jurisdiccionales de cada provincia.”
Los órganos que se pueden trasplantar en nuestro país son: corazón, riñón, hígado, pulmón, páncreas e intestino.
El Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (Sintra), es el sistema informático para la administración, gestión, fiscalización y consulta de la actividad de procuración y trasplante de órganos, tejidos y células en el ámbito nacional.
Cada vez que entra un órgano al sistema, un conjunto de algoritmos efectúa una lista de postulantes, un ranking de soñadores expectantes por una salvación. No tienen un orden preestablecido. Por cada nuevo órgano que ingresa, se genera una nueva lista, y a su vez, un índice de pacientes esperando su propio milagro.
Los parámetros que se tienen en cuenta para gestionar la lista se basan en la región donde se procura el órgano, la compatibilidad entre el donante y el receptor, la situación clínica del paciente y la antigüedad en lista de espera.
Rojas acentúa la importancia en la comunicación en el ámbito familiar sobre la donación. “Nosotros no le preguntamos a la familia si ellos quieren donar los órganos, sino que es lo que quería su ser querido que falleció, y en el caso de que no sepan, qué es lo que hubiese querido”, concluye.
Nota escrita por Tatiana Freire Sosa – UCA Periodismo / LA NACION Data
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