Integración social. El deporte como guía en el juego de la vida
En Sudáfrica, China o la Argentina, la actividad física sirve como excusa para transformar la vida de millones de chicos excluidos
No se engañen: el deporte por sí solo no cambia la vida de las personas.
Sin embargo, bien utilizado puede hacer milagros. Y no hablo de un crack que surge de la pobreza. Eso se limita a casos excepcionales. La fama y los millones están reservados a unos pocos. Me interesa el deporte que puede transformar la vida de millones. El que da alegría, valores y esperanza.
Me impactó ver el poder que tenía el deporte para brindarles un espacio de contención y diversión a las niñas en la India. A través del proyecto Magic Bus tuve la oportunidad de subirme al colectivo que lleva a jovencitas que viven en orfanatos de Bombay. Tres veces por semana estas chicas tiene la posibilidad de hacer deporte mientras se les enseñan sus derechos como ciudadanas al igual que su cuidado personal y el desarrollo de la autoestima.
En Sudáfrica, Emmanuel, un chico que nació en las afueras de Durban en un barrio muy violento, tuvo la posibilidad de desarrollarse tanto a nivel profesional como personal a través del deporte. Dotado de un talento natural para el básquet, Manny pudo integrar el seleccionado juvenil sudafricano. Fue a causa de esta experiencia y el contacto con sus pares que lideró como capitán a este equipo y comprendió la necesidad de formarse universitariamente. Terminó su carrera y fue parte fundadora de un proyecto comunitario denominado PeacePlayers en Durban, que utiliza el deporte para ayudar a niños necesitados y afectados por el virus del VIH. Hoy se desarrolla profesionalmente en las oficinas de Laureus Internacional en Londres.
Pero nuestro país no es la excepción. En un proyecto de Mendoza, su líder enseña a los chicos a ser buenos trabajadores mediante el deporte, enseñándoles a respetar a los mayores, cumplir con horarios y responsabilidades, entro otras cosas. Actualmente muchos trabajan en restaurantes y panaderías viviendo una vida digna integrados en la sociedad mendocina.
Ventajas del juego limpio
A ellos pude conocerlos a través de la Fundación Laureus, con sede en la Argentina y en otros 10 países apoyando casi 80 proyectos alrededor del mundo. Como miembro de la Academia Laureus del Deporte, intentamos difundir con hechos y no sólo palabras, el impacto del deporte en la vida de niños y jóvenes. Porque los chicos en Mendoza apreciarán las ventajas del juego limpio sobre el sucio. Del autocontrol sobre los ataques de ira. La competencia honesta por sobre la idea de ganar a cualquier precio. Sabrán cómo aprender de las derrotas y no ser pésimos perdedores. Todos los chicos, de cualquier estrato social, deberían aprender estos valores. Por supuesto que en aquellos que menos tienen, el aprendizaje y su incorporación pueden resultar aun más valiosos, casi una última y preciosa posibilidad.
Al fin y al cabo, ¿cómo ayudan los deportes en el gran juego de la vida? Tienen un gran valor educativo personal y social ya que: 1) estimulan el desarrollo de las capacidades físicas de las personas adquiriendo salud; 2) fortalecen el desarrollo social incluyendo trabajo en equipo, liderazgo, compartir objetivos, etcétera; 3) incluyen la adquisición de conocimiento y pensamiento crítico, ayudan a darle el verdadero valor a las cosas y promueven la toma de decisiones; 4) estimulan el desarrollo moral de la persona a través del respeto, la responsabilidad y el juego limpio.
Por ende, el deporte ayuda a adquirir el dominio físico y psicológico sobre uno mismo, desarrollando cualidades para la vida como la lealtad, la perseverancia en el esfuerzo, el espíritu de sacrificio, la capacidad de renuncia, el reconocimiento de nuestras limitaciones, la valoración de las virtudes de los otros, el trabajo en equipo, etcétera. Los valores adquiridos a través del deporte ayudarán a que los niños sean ciudadanos mejor preparados, capaces de desarrollar sus propios objetivos y ejercer en plenitud sus derechos y deberes conviviendo sanamente con los demás.
El deporte es una buena preparación para la vida ya que ayuda a conocerse y a corregir defectos durante el proceso madurativo. Los provee a los jóvenes de una estructura que les permite ponerse objetivos personales y colectivos, diseñando un plan de acción para lograr las metas.
Como dije al inicio, debemos darle al deporte la importancia que tiene, sin exagerar las alabanzas u ofensas, criticando los comportamientos antideportivos y dándole a cada victoria o derrota su verdadero valor, apreciando el mérito y el esfuerzo, sin hacer ídolos o mitos de nadie.
Lo maravilloso es que mediante una actividad recreativa, el protagonista crea un espacio propio de diversión, contención y seguridad que le permite expresar problemáticas personales ajenas a la actividad lúdica. Ya sea en el colegio, después del mismo, en los clubes o en la comunidad local, el objetivo primordial debe ser ofrecerles a los chicos la oportunidad de divertirse, aprender sobre ellos mismos y los otros, y desarrollarse como buenas personas en un ámbito de libertad.
La alegría de un niño jugando a la pelota en la India, Sudáfrica, China o la Argentina es la misma. La alegría del deporte y sus valores comparten un idioma universal. Debemos aprender ese idioma y mejorarlo de una sola manera: practicar, practicar, practicar.
El autor es ex puma y representante de la Fundación Laureus en la Argentina; www.fundacionlaureus.org.ar