El encierro temprano tiene fuertes efectos negativos
La sanción de una ley de responsabilidad penal juvenil en línea con los estándares internacionales es una deuda desde el retorno de la democracia y, en ese sentido, la Argentina está dando un paso importante.
Existe consenso acerca de que una ley tiene que respetar los derechos humanos, tener un abordaje socioeducativo, permitir una reducción de los índices de violencia de forma eficiente, incluir medidas alternativas a la privación de la libertad y contribuir para lograr una sociedad más segura.
La evidencia muestra que la privación de la libertad como medida habitual no sirve para reducir los índices de delincuencia ni para prevenir la reincidencia. El encierro temprano implica una socialización en la violencia, la adopción de códigos propios de la cultura de la cárcel, la anulación de la identidad y el desarraigo. Estos efectos negativos aumentan cuanto más joven sea el detenido.
Condiciones crueles
Visité muchos centros en la Argentina y vi las condiciones más crueles en las cuales pueden estar detenidos los adolescentes. Sus características, como el aislamiento, la disciplina mediante la violencia, la mala alimentación, la falta de higiene adecuada, la utilización abusiva de medicación y la falta de relaciones afectivas, tienen consecuencias en los adolescentes tanto desde el punto de vista psicológico como social.
Además, disminuir la edad de imputabilidad no ha sido una medida efectiva en el combate de la inseguridad en otros países: no es una medida de disuasión del delito y por lo tanto no mejorará las condiciones de seguridad de la ciudadanía.
Las inequidades sociales no se subsanan en el sistema penal con medidas punitivas, sino invirtiendo en políticas de promoción de derechos para la infancia y adolescencia. Por eso, una ley de justicia penal debe estar plenamente articulada con la ley de protección integral y fortalecida con recursos adicionales. Las políticas sociales que promueven la educación, el deporte y la salud de los adolescentes son la mejor estrategia para lograr la prevención del delito juvenil.
Para que el proceso de desarrollo de la ley sea exitoso es importante que no se apresure, que se debata ampliamente y que incluya aportes de todos los actores con experiencia y trayectoria en el tema. También son claves la coordinación intersectorial entre los ministerios y el aprendizaje de las experiencias en otros países.
La autora es representante de Unicef, www.unicef.org.ar
Florence Bauer