Flautas y guitarras, una forma de mejorar vidas
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"Hay que llenar el planeta de violines y de guitarras en vez de tanta metralla." Con esas palabras, la reconocida artista Chavela Vargas compartía su amor por la música y la poesía. Los integrantes de la organización Red Comunidades Rurales le hicieron caso y pusieron en práctica sus dichos. Desde 2014 y con la ayuda de amigos y colaboradores, envían violines, guitarras, charangos, bombos, flautas y teclados a escuelas y organizaciones comunitarias en alejados rincones de nuestro país.
"Queremos llegar a lugares ricos en cultura y en tradiciones, espacios de encuentro y de aprendizaje donde no siempre hay recursos para comprar instrumentos, libros o convocar a un maestro de música u otras expresiones artísticas", explica Carolina Gheorghiu, coordinadora de comunicación de Red Comunidades Rurales, una organización que trabaja de forma articulada para mejorar las condiciones de vida y las oportunidades en zonas donde la pobreza y el deterioro ambiental son críticos.
Desde que arrancaron con esta iniciativa a la que bautizaron "Raíces para el arte rural", entregaron más de 50 instrumentos musicales y decenas de cancioneros y libros de música a escuelas, asociaciones y organizaciones comunitarias en Formosa, Chaco, Salta y Santiago del Estero.
El impacto que observan es muy positivo ya que la música ayuda a niños y adultos a fortalecer su identidad cultural, construye lazos, alimenta el legado cultural para las generaciones futuras e impulsa talentos, además de ser una increíble oportunidad para encontrarse y aprender unos de otros.
"Es un error pensar que en situaciones adversas, emprender iniciativas culturales no es tan o más importante que otras acciones que apuntan a satisfacer necesidades básicas", sostiene Gheorghiu.
Esto mismo es lo que experimentó la Escuela Primaria N° 4462 de Río Blanquito, en la provincia de Salta, donde 110 niños estudian en plena selva de montaña, en un establecimiento rodeado de ríos, vegetación, tucanes y monos, dentro del departamento de Orán. Su interés por la música se despertó en agosto de 2015 cuando recibieron la visita de una pareja de mendocinos que durante su estada les enseñaron a tocar los instrumentos musicales que traían consigo.
"Allí descubrimos que a muchos chicos les interesaba el tema de la música, y también cantar y bailar. El problema era que no teníamos instrumentos propios", comenta Mercedes Murúa de Delgadillo, directora de esta escuela que se puso en campaña para intentar conseguir estos elementos, y así utilizar la música como herramienta para promover la identidad cultural de sus alumnos.
Cualidades artísticas
La ayuda llegó de la mano de Red Comunidades Rurales, que les donó una guitarra, un bombo y una flauta. El entusiasmo que generó esta donación motivó a los chicos a terminar de confeccionar las quenas y los sikus, instrumentos propios de su cultura.
"Notamos que hay muchos chicos que tienen cualidades artísticas, que practican incansablemente y tocan los instrumentos en los recreos, crean sus propias coplas; incluso hay quienes se juntan y entre varios arman un conjunto, y no falta el que pega el salto y quiere bailar", se ríe esta directora que lleva más de 30 años en la escuela.
"Brota la creatividad y la imaginación. Es muy lindo poder canalizar esas ansias que percibimos en los niños y, para terminar de lograrlo, lo que nos falta es un docente de música", reflexiona Mercedes Murúa de Delgadillo.
Red Comunidades Rurales necesita voluntarios que ayuden a impulsar este programa, además de donaciones de instrumentos, cancioneros y libros de música. Los interesados en colaborar pueden comunicarse por mail a red@comunidadesrurales.org o por el (011) 4795-4455.
Cómo colaborar
Red Comunidades Rurales