Sector social. La articulación gana terreno en la Patagonia
La región supera el aislamiento geográfico con acciones sobre las que concuerdan organizaciones muy distantes filosófica y físicamente
Entrados en el siglo XXI ha quedado claramente en evidencia que la incidencia pública es mucho más eficiente cuando el accionar es mancomunado entre los distintos y disímiles actores sociales. Además, la diversidad es un valor fundamental ya que es la consecuencia directa de la condición humana.
Asimismo, las urgencias propias de la pobreza, la contaminación ambiental, el autoritarismo y la corrupción, entre otras muchas cuestiones, nos claman a viva voz para que más sectores se sumen mayoritariamente aportando sus respectivos puntos de vista como, por ejemplo, las universidades, los centros de investigación científica, las cámaras empresariales y asociaciones gremiales. El periodismo, en general, ya está involucrado.
Como producto de varios años de bregar favoreciendo el trabajo en alianza, en la Patagonia es notable cómo, cada vez más, surgen acciones que son el resultado de acuerdos estratégicos para la generación de actividades basadas en la articulación entre varias agrupaciones. La Fundación Avina está contribuyendo de manera clave en este proceso.
Cabe señalar que lo que se observa a simple vista es sólo una parte de lo que significa que organizaciones muy diferentes y, casi siempre, localizadas muy distantes unas de otras llevan adelante en forma cotidiana. Primero fue necesario conocerse, luego crear confianzas y ampliar las perspectivas locales; más adelante ser capaces de pensar en plural y luego, trabajar con metas comunes, incluyendo a la diversidad como fuente de riqueza ingente. (Ver el suplemento Solidario de la Fundación Diario LA NACION: Articulación patagónica, un ejemplo exitoso , del 21 de mayo de 2005.)
Una Patagonia posible
Poco a poco y con gran esfuerzo, el aislamiento geográfico y el individualismo fueron siendo superados creándose una nueva plataforma donde la pluralidad y la transparencia buscan ser denominadores comunes. Es decir democracia de calidad.
Es necesario, en primer lugar, consolidar el respeto por los derechos humanos a través de las instituciones y los mecanismos democráticos, y muy particularmente mediante la participación ciudadana y la generalización de la administración de la Justicia en forma independiente y con publicidad de sus actos.
Accionar articuladamente significa, por ejemplo, reconocer que cada persona es única e irrepetible, por lo que la diversidad es un valor altamente positivo y, asimismo, que trascendemos cuando nos relacionamos.
Sin lugar a dudas, los habitantes de la Patagonia están generando las condiciones para que la paz sea siempre el limen inexcusable.
Tan sólo en el último semestre de 2006 se concretaron en la Patagonia numerosos encuentros entre dirigentes de la Sociedad Civil de Chile y Argentina, y de otros países como Paraguay y Uruguay, que reflejan la notoria capacidad de gestión y la profundidad del entramado que se está tejiendo en la comunidad. Algunos ejemplos, nada más que a título ilustrativo: Tertulias ciudadanas (Punta Arenas), Taller derechos humanos y valores democráticos (Río Grande), Cátedra abierta sobre derechos ciudadanos (El Calafate), II Jornada de ejercicio de la ciudadanía: derecho y responsabilidad (Neuquén y El Huecú) y el Primer encuentro latinoamericano sobre economía social (Dina Huapi).
Asimismo, en forma quincenal, en Bariloche, se edita el Boletín de Articulación Patagónica que, a la fecha, ha superado los cuarenta números. Inforum, de mayor alcance aún, mantiene un servicio de comunicación e información que coadyuva significativamente a establecer una sólida base de interacción regional. Un egroup mantiene conectados electrónicamente a los líderes de la región, por el cual al instante se puede intercambiar opiniones y tomar decisiones conjuntas.
Un presente posible
La Patagonia, reserva de vida y fuente de prosperidad para sus habitantes, es una región generosamente abierta que procura denodadamente preservar el ambiente y generalizar la equidad en el sentido más amplio del término, incluyendo mejorar las condiciones de desenvolvimiento de los que menos tienen. También tiene una riqueza invalorable en los pueblos originarios que, al fin, están ejerciendo cada día más sus derechos ancestrales y ciudadanos, para ir encontrando lo que nunca deberían haber perdido.
Al mismo tiempo, la región es escenario de un intenso e efectivo bregar por la transparencia, la independencia de la Justicia, el acceso a la información y el involucramiento activo de los habitantes como el que caracteriza a Participación Ciudadana (Ushuaia).
El autor es secretario ejecutivo de Articulación Patagónica
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