Pasó de fabricar spinners a crear prótesis para donarlas a chicos que no pueden pagarlas

Gerónimo Cabrera tiene 19 años y junto a su papá, Guillermo, de 57, creó el emprendimiento familiar Te doy una mano solidaria. A principios de este año, Gerónimo había comprado una impresora 3D para fabricar spinners y aprovechar su boom comercial.

Su padre, luego de ver un documental, le propuso aprovechar la nueva adquisición para hacer prótesis de manos y regalarlas a niños que no podían pagarlas, a lo que él aceptó con mucho entusiasmo. "Fue una locura de mi viejo, que yo se la seguí. Es un lindo proyecto en conjunto, una locura familiar", cuenta Gerónimo, el joven de Banfield que estudia Administración de Empresas.

Luego de algunos intentos fallidos y de remplazar las impresora 3D hogareña por dos nuevas profesionales, pusieron en marcha la fabricación de las manos. Olivia, una chica de 3 años que vive en Mar del Plata, fue la primera beneficiada a la cual le cambiaron la vida y el empujón final para hacer de esto, una constante.

"Me moviliza la sonrisa de los chicos. Ver como le cambias la vida a un nene y sentir el cariño que te dan a su manera es incomparable", afirma Gerónimo, quien nació con un solo riñón y cuando era chico le preguntaba a su mamá si alguien podía: "hacerle uno", para poder jugar al rugby con sus compañeros de colegio sin tener miedo de que se lastimara.

Los diseños y colores varían según el gusto del beneficiario, siendo las manos de spider man y violetas las más elegidas por varones y mujeres, respectivamente. Hasta el momento ya han fabricado y entregado más de 70 manos a niños y jóvenes de distintos puntos del país. Si bien el proyecto es auto financiado, aceptan otras formas de ayuda: "Estudiantes de diseño industrial nos envían sus propios modelos para que usemos. Nos viene bien para seguir renovando, ya que el próximo año tenemos como objetivo donar 120", concluye Gerónimo.

Más información:

www.tedoyunamanosolidaria.com.ar

info@tedoyunamanosolidaria.com.ar