Se necesitan voluntarios para clasificar donaciones
La Fundación Banco de Alimentos (FBA) es una organización sin fines de lucro que contribuye a reducir el hambre, la malnutrición y el desperdicio de alimentos. Recibe donaciones de empresas de alimentos, los almacena y luego los reparte entre comedores y otras organizaciones comunitarias. Actualmente colabora en la alimentación de más de 92.870 personas a través de 679 comedores y organizaciones de Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En el último año distribuyó 4.018.383 kg de alimentos y productos.
El voluntariado de verano que propone esta organización social está pensado para que individuos, grupos de amigos, familias y empleados de empresas puedan experimentar y disfrutar de esta labor solidaria.
La tarea de clasificación se puede realizar de lunes a viernes, de 9.30 a 12.30 o de 13.30 a 16.30, en el depósito de Fundación Banco de Alimentos, en Luis María Drago 5530, San Martín, provincia de Buenos Aires.
"El verano es un época difícil en la que el volumen de alimentos a clasificar suele ser mayor y, a la vez, mucha gente que viene asiduamente durante el año se toma vacaciones, con lo cual el trabajo de clasificación aumenta y la necesidad de más voluntarios también", explica Marisa Giraldez, directora general de FBA, y agrega: "Pero lo más importante de esta iniciativa es que promueve una tarea que se puede hacer en familia o con amigos, en una época del año en la que la gente suele estar menos atareada, es decir, es un momento para aprovechar".
Gabriela Schon, ingeniera agrónoma de 55 años, reserva desde hace 10 todos sus lunes para colaborar en el área de clasificación de la Fundación Banco de Alimentos. Comparte su voluntariado con su hija Victoria Rodríguez Schon, diseñadora industrial, de 24. Mientras explica en qué consiste su tarea, sobresalen la pasión y el compromiso que siente hacia lo que se ha convertido en parte importante de su vida: "Nuestra misión es controlar que los productos que reciben no estén rotos o vencidos ni presenten ninguna anomalía", detalla y continúa: "Una vez que el alimento pasa por nuestro control se acondiciona para ser entregado a los comedores. Lo más gratificante es ver que esa mercadería que pasó por tus manos, al poco tiempo está en el plato de quien lo necesita", dice Schon.
Otra de las cosas más lindas que rescata Schon es el ambiente de cordialidad y respeto que se vive entre quienes comparten esta tarea: "Hay una energía especial. Se va generando un vínculo muy lindo entre los voluntarios que provienen de diferentes ámbitos, empresas, colegios, grupos de amigos y familias. Además se da una mezcla intergeneracional que hace que la experiencia sea más rica aún".
Pero sin duda el ingrediente que hace que esta labor tenga un sabor especial para Schon es el poder compartirlo con su hija Victoria: "Como mamá me siento orgullosa de que mi hija elija dedicar parte de su tiempo a colaborar con quienes lo necesitan", confiesa.
En lo que va de 2015, con la ayuda de más de 1700 voluntarios se lograron clasificar 1.646.085 kilos de alimentos y productos. Para participar, los interesados pueden escribir a rrhh@bancodealimentos.org.ar o llamar al 4724-2334.
Mariela, de 30 años, es maestra jardinera y acaba de empezar sus vacaciones. Al igual que el año pasado decidió aprovechar este tiempo para ayudar a los que más lo necesitan. "En vez de dormir y descansar, invierto mi tiempo en ayudar. Me parece que es una experiencia muy linda, útil y enriquecedora", explica entusiasmada.
Así, impulsada por este deseo de servir, Mariela se sumó al programa de voluntariado de la Fundación Banco de Alimentos. Ella es una de las decenas de voluntarios que bajo la consigna Cambiemos castillo de arena por pilas de comida donan su tiempo para clasificar alimentos, que luego serán entregados a las más de 670 organizaciones sociales que forman parte de la red.
Desde las empresas
Cecilia Ibañez, 30 años, es la encargada de coordinar las actividades de voluntariado corporativo de Direct TV. En 2011 invitaron a los empleados a sumarse a la misión de clasificar alimentos. "A través de los años se fueron sumando cada vez más personas y actualmente son aproximadamente 200 empleados los que participan de esta acción.
"Vamos en grupos de 10, 20 o 30 personas. Es una tarea que da mucho placer. Volvemos cansados, pero felices de poder dar una mano y sentirnos útiles", cuenta Ibañez, a la vez que explica que este tipo de voluntariado empresarial favorece el clima de trabajo y sobre todo la integración de los empleados. "Va gente de todos los sectores y cualquier rango jerárquico. Poder conocerse compartiendo una labor tan linda es maravilloso. Hay gente que no se conocía o sólo se conocía por mail. El voluntariado les permite conocerse y vincularse desde otro lugar."
En este momento también están solicitando la donación de cajas de cartón para almacenar los alimentos y distribuirlos a las organizaciones en óptimas condiciones. Pueden ser usadas o estar en buen estado, y la medida orientadora es de 30 x 40 cm de base y 40 cm de altura, o similar.