Voluntario: tiempo es vida
Voluntariado? ¿Voluntario, un nuevo rol en la sociedad? ¿Cuál es su aporte? El voluntariado es uno de los componentes con que se identifica a las organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), las que se diferencian del Estado y el Mercado. La actividad voluntaria, sin retribución económica, pero comprometida con el bien común no es un fenómeno nuevo. Estuvo presente a lo largo de la historia en las instituciones de tipo benéfico con población en situaciones de vulnerabilidad. En las últimas décadas junto con el crecimiento y reconocimiento de la sociedad civil, así como su mayor vinculación con otros sectores, el concepto de voluntariado se afianzó y extendió a otros ámbitos. Así comenzó a plantearse el voluntariado corporativo, donde empresa y comunidad establecen vínculos que procuran alcanzar impacto social positivo; el voluntariado universitario se asocia a la función educativa de extensión; surge el voluntariado dedicado al cuidado del ambiente o el voluntariado que procura el desarrollo cultural en manifestaciones artísticas. Estos y otros pueden ser considerados voluntariado social. Los voluntarios cuyo tiempo es vida para otros, constituyen un relevante recurso económico en distintas organizaciones. El Indice de la Sociedad Civil (ISC) publicado en 2011 registra un promedio de 82% de voluntarios por organización. Es decir prácticamente cada 10 personas sólo 2 son rentadas, aunque también se reconoce una alta rotación en unos y otros. En relación a la práctica de valores en el mismo estudio se observa que las organizaciones presentan escaso cumplimiento de estándares ambientales (13%), las que tienen códigos de conducta son menos de la mitad (44%) y son apenas pocas más, las que efectúan la rendición de cuentas (49%). Sin embargo en estas organizaciones están extendidos los valores de paz y no violencia (62%), las prácticas antidiscriminatorias (62%) y la democracia en la toma de decisiones (75%). Los voluntarios son responsables de tareas tanto muy sencillas como de alta complejidad, y adhieren a ideales de promoción humana y mejora de la calidad de vida. También algunos presentan conductas virtuosas de trabajo articulado y cooperativo. Muchos de los voluntarios son los que viven la experiencia de "cuerpo a cuerpo" con los que sufren, o necesitan ayuda; y por tanto son los que pueden adaptarse mejor a las necesidades que requieren atención. En tal sentido son testigos directos y protagonistas calificados para participar en programas de genuino cuidado personal e inclusión social.
La autora es vicerrectora de la Universidad Católica Argentina
Beatriz Bailán