Alta Fidelidad. El asesino del pelo largo: Robledo Puch & La Joven Guardia
Son escenas casi gemelas en el principio y el final de la película. Abstraído de una historia de delito y crimen el personaje deLorenzo Ferro en El Angel (745.000 tickets vendidos al 21 de agosto) deviene un Gades del programa Alta Tensión. Su solitaria danza a go gó parece extrapolada de esas coreos protagonizadas por chicas en mini y chicos en vaqueros Oxford y poleras de jersey que se movían siguiendo la cadencia de lo que se conocía hacia fines de los 60 como "música beat". Siguiendo la cadencia de "El extraño del pelo largo", por ejemplo, el sencillo de La Joven Guardia que en dos años vendió 1.800.000 ejemplares. Bastante más que "La Balsa" de Los Gatos aunque no le alcanzara para entrar nunca en ninguna lista de las mejores canciones del rock argentino por la sencilla razón de que La Joven Guardia quedó congelada en un limbo entre el pop fordista y näive de El Club del Clan y el rock psicodélico y reventado de la contracultura. A lo largo del tiempo el hitazo de Roque Narvaja y Kike Masllorens ha sido botín de apropiaciones, una y otra vez. La última acaso la menos pensada: que en la fantasía del cine "Carlitos" (que es el asesino serial Robledo Puch) mueva su esqueleto acicateado por el up tempo de inspiración soul (casi Motown) de "El extraño del pelo largo". Cincuenta años después de ser grabada en los estudios TNT, Luis Ortega (director) y Sergio Olguín (guionista) vinieron a resignificar esta canción sospechada de "complaciente" por la intelligentsia rocker en la elegida del "Chacal", ícono de la historia criminal argentina. Mamita…
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No es la primera vez que "El extraño del pelo largo" es escuchada (y bailada) en cine. Primero en El Profesor Hippie (1969, Fernando Ayala y Héctor Olivera) y, apenas después, en el pico de la explotación del hit en "El extraño del pelo largo" (1970, Julio Porter). La última había sido en El Sueño de Valentín (Agresti, 2002). Masllorens fue a ver El Angel y disfrutó de escuchar su canción (Narvaja escribió la letra) con el sonido 5.1 de estos cines que no eran aquellos. Dice que Ortega le dio al filme el tono del hit y que "Carlitos" tiene mucho del personaje enigmático de La Joven Guardia. "Cuando dice ‘sin preocupaciones va’ es un poco como él que no le importa nada o ‘inútil es que trates de entender o interpretar quizás sus actos’ tiene que ver con ese carácter indescifrable que tiene", conjetura. Pero Masllorens y Narvaja, que entonces tenía ¡17 años!, no pensaron en el arquetipo de un asesino sino que contaron de forma indirecta, lejos del tono testimonial de la Nueva Canción (Facundo Cabral, Nacha Guevara), lo que pasaba en la calle con cualquiera que tuviera el pelo apenas largo. "Apenas salido de la colimba me llevaron preso por tener las patillas largas", recuerda Kike, bajista original del grupo. "La gente común nos gritaba de todo, aunque nunca fuimos hippies".
Quince años después, en su perfecto álbum debut, Los Violadores se apropiaron del hit de La Joven Guardia para acelerarlo y convertirlo en un manifiesto anti-hippie. Como los intolerantes porteños de los sesenta terminaban la canción con insultos: "¡Hippie, patchouli, sucio, todo fue un engaño!". Aunque entonces eran los punks los que terminaban presos en las razzias del underground. A Masllorens esa versión le causó gracia. Pero mejor le cayó la que en 1987 hicieron Los Enanitos Verdes. Con anabólicos de heavy metal, los mendocinos (tan ninguneados por la aristocracia rocker como La Joven Guardia antes) la proyectaron al mercado latinoamericano y abultaron la liquidación de Sadaic de sus creadores. Es posible que la película consiga un efecto parecido. "Llegué acá por El Angel", se repite palabras más palabras menos en los comentarios agregados al video de la canción en You Tube. ¿Alcanzará para que se reediten los vinilos originales del sello Vik que nunca llegaron al cedé? Por lo pronto, la canción sobrevive en los clicks de spotify. Enanitos Verdes: 5.116.842; La Joven Guardia: 601.473; Los Violadores: 29.635. Como la revista Pelo (Masllorens la llama "stalinista") que en los 70 marcaba el límite de lo que era rock y no, el algoritmo no perdona. La plataforma digital sugiere que los fans de La Joven Guardia "también escuchan": Trocha Angosta, Juan y Juan, Katunga.
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Fue Sergio Olguín quien sugirió la inclusión del hitazo en la película. Masllorens dice a su vez que es fan de sus libros policiales. La trama se va cerrando. "Cuando imaginé a Carlitos con sus rulos al viento encima de la moto surgió naturalmente", me escribe Olguín por twitter cuando le pregunto por qué pensó en esa canción para Robledo Puch. Sin embargo la escena a la que hace referencia tiene en El Angel música de Pappo’s Blues: "A donde está la libertad". Nunca se termina de discernir en ese rock pesado si cuando voz-de-trueno Pappo canta "El otro día me quisieron matar, la ametralladora pa-pa-pa" se refiere a los comandos parapoliciales de la Triple A o la guerrilla. Probablemente a los dos, ya que violento en sus maneras y estética no dejaba de adherir entonces (1971) al pacifismo contracultural. Esa escena vertiginosa es un haiku de la road movie Easy Rider (Dennis Hopper, 1969) y "Carlitos" podría ser ahí una alegoría de Pappo en su último viaje en moto de 2005. Otro que parecía ir sin preocupaciones y cuyos actos también eran difíciles e inútiles de intentar ser interpertados: El extraño (sucio y desprolijo) del pelo largo.
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