Actualidad religiosa. Ante la droga, darle sentido a la vida
En ámbitos de la Iglesia preocupa lo que pueda facilitar el consumo de drogas, y en tal sentido se recibió el último fallo de la Corte Suprema de Justicia.
Con conocimiento de causa, porque tocan esa realidad de cerca, los sacerdotes de villas de emergencia se preguntaron: "¿Cómo decodifican los chicos de nuestros barrios la afirmación de que son legales la tenencia y el uso personal?"
"Tengo muchísimas reservas", dijo sobre ese fallo el arzobispo de Mercedes-Luján y presidente de la Comisión de Comunicación Social, monseñor Agustín Radrizzani. Lo hizo en la cena de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), en la que, ante otra pregunta, estimó que sería oportuno que la ley de radiodifusión fuera debatida en las cámaras después del 11 de diciembre. "Si yo puedo consumir, ¿de dónde saco la droga? Busco comprarla", dijo. Y apuntó: "A un chico le saco la tijera de la mano".
Pero más que poner límites a los jóvenes, a la Iglesia le importa que ellos formen su conciencia para obrar tendiendo a la verdad, el bien y la belleza. Hace días, Radrizzani vio a un cura muy triste: un muchacho se había tirado abajo de un tren. Observó que algunos no tienen carencias económicas, pero sí graves carencias afectivas y emocionales, falta de sentido de la vida (hay suicidios en las clases altas). Y necesitan razones para la existencia, para descubrir su belleza.
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