Apareció un guion de cine de García Márquez que nunca llegó a filmarse
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El hallazgo del primer guion de la película El gallo de oro, basada en la novela homónima de Juan Rulfo, que estuvo perdido desde 1963 entre los papeles personales del director Roberto Gavaldón, señala a Gabriel García Márquez como el principal autor de la adaptación cinematográfica. Ese original, que fue descartado, está firmado por la misma dupla creativa que la versión definitiva, pero con un detalle revelador: el nombre de Gabo aparece primero que el de Carlos Fuentes.
Más allá del orden de los nombres y de que ambos escritores figuran en los créditos como responsables de la adaptación de la obra literaria, hasta ahora no se había podido confirmar que García Márquez escribió en solitario la primera versión. Uno de los principales indicios en ese sentido, que revela el material encontrado por el hijo de Gavaldón, es una anotación manuscrita, hecha con tinta negra y trazo redondo, que el especialista en cine y literatura mexicana Douglas J. Weatherford adjudica a García Márquez, una hipótesis corroborada también por la Fundación Gabo. En una de las 68 páginas escritas a máquina, hay un comentario a una escena marcada por "el adaptador", en singular.
Juan Carlos Rulfo, hijo del escritor mexicano, confirmó a la agencia EFE que ese texto recuperado es "uno de los primeros guiones que escribió Gabo y que el productor Manuel Barbachano no lo contempló para su producción". El anuncio de la Fundación Juan Rulfo coincide con la investigación de Weatherford para un libro de próxima aparición: Juan Rulfo en el cine: los guiones de Pedro Páramo y El gallo de oro, donde el investigador de la Brigham Young University reunió los guiones completos de la película Pedro Páramo, escrito en 1965, y los dos de El gallo de oro, de 1963 y 1964. En el libro, Weatherford revela que el primer guion del film dirigido por Gavaldón fue escrito por García Márquez luego de su llegada a México y habría sido luego reescrito por Fuentes.
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"El hecho de que aparezca primero su nombre, nos sugiere que la autoría principal es de García Márquez, mientras que el segundo sería quizás más de Fuentes. Se trata de dos textos muy diferentes entre sí. El primero es mucho más literario y el segundo no es simplemente una corrección sino una reescritura a fondo", declaró Weatherford al diario El País. La hipótesis de su ensayo es que fueron los diálogos de Gabo la razón por la que el productor Barbachano sumó a Fuentes al proyecto. Según sostiene en el libro, Barbachano consideraba que estaban escritos "en colombiano" y por eso convocó a Fuentes para la reescritura "en mexicano".
Como no podía ser de otra manera al tratarse de textos de grandes autores, los indicios son puramente literarios: Weatherford asegura que en ese primer guion nunca filmado, Gabo hizo un guiño a su segunda novela, El coronel no tiene quien le escriba, que acababa de publicarse en Colombia. García Márquez agregó a la novela de Rulfo algunos rasgos que no aparecen en el guion final: la acentuación de los poderes sobrenaturales de la protagonista y el gallo –con ecos al animal del coronel–, la existencia de un pueblo fantasmagórico y la evocación de un terrateniente llamado Pedro Páramo. "Asistimos a una intertextualidad maravillosa fruto de la sensibilidad de García Márquez y de su lectura de la obra de Rulfo", sostiene Weatherford.
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Rulfo escribió El gallo de oro entre 1956 y 1958 como un texto que podía ser adaptado para el cine. La película se estrenó en 1964, pero la novela fue editada por primera vez recién en 1980. "Tras el éxito de Pedro Páramo, comienza recibir ofertas para adaptarla al cine. Entonces decide escribir una obra sin tantas complejidades. Algo más filmable, pero desde luego, un texto literario, no cinematográfico", contó Víctor Jiménez, director de la Fundación Rulfo. En palabras de Gabo, "el lenguaje no era tan minucioso como el del resto de su obra, y había muy pocos recursos técnicos de los suyos, pero su ángel personal volaba por todo el ámbito de la escritura".
La revelación de la autora de Gabo de aquel guion perdido puede leerse como un capítulo más de la historia de amistad entre Rulfo, Fuentes y García Márquez, admirador público de la obra de Rulfo.
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