Casamiento y mortaja...
Una de las tantas tradiciones que abundan es la de sacarse fotos en lugares públicos después de casarse. Los escenarios varían según los países y las costumbres, pero en general se eligen espacios emblemáticos. Siempre son locaciones concurridas, donde abunda el tránsito de personas que son testigos del evento. La pareja de esta imagen se pasea por el Puente de Gálata con el atardecer como fondo, mientras es retratada y observada no solo por los transeúntes, sino también por la enorme cantidad de gaviotas que surcan en forma constante los cielos de Estambul. Se supone que están felices y tal vez de allí provenga la necesidad de exhibirse. También puede que no lo estén y que se sientan obligados a cumplir con lo que se espera de ellos. Imposible saberlo: por eso, mejor no dar nada por sentado. No en vano el antiguo refrán dice que casamiento y mortaja del cielo bajan. ¿Inexorables ambos?