Cien años atrás
La muerte del general Mitre - El duelo público - En las calles - Desde muy temprano, y como los diarios circularan la noticia del fallecimiento del general Mitre, empezó á manifestarse en diversas formas y con creciente intensidad el sentimiento público.
La gente se detenía en las aceras á comunicarse la triste nueva y sus impresiones personales. A medida que aumentaba el movimiento de la gran ciudad, las demostraciones eran naturalmente más intensas, por el número de los que en ella tomaban parte.
En la calle San Martín, frente á la vieja casa del general, veíase un compacto grupo de trabajadores que, renovándose sin cesar corríanse hasta LA NACION para leer en la pizarra la inscripción lacónica, pero elocuente por el hecho que consignaba: "El general Mitre ha dejado de existir hoy, á las 4.40 a.m." Los obreros continuaban luego su camino, inmediatamente reemplazados por otros, y la aglomeración iba aumentando á medida que avanzaba la mañana.
Algo más tarde, el gentío, que no había de cesar hasta más tarde de media noche, estaba compuesto por todas las clases sociales, y entraba-como decimos en otro lugar,- á ver el cadáver en su capilla ardiente. Entretanto, sin que mediase cambio alguno de ideas, por espontánea inspiración, comenzaron á entornarse las puertas y cerrarse los escapareates de innumerables casas de comercio. Los particulares siguieron el ejemplo.
Tras las banderas izadas á media asta en los establecimientos públicos, surgieron otras envueltas en crespón, en sociedades, redacciones de diarios, centros, casas de familia. En muchas partes, como homenaje del pueblo, se colocó el retrato del general rodeado de palmas y crespones...