Comentarios
Sobre el amor, la locura y la belleza
Este nuevo libro de Juan Zorraquín, autor de la novela El fin de la corriente, se abre con un prólogo de Luis Chitarroni, en el que el reconocido crítico rastrea la ascendencia literaria de los seis cuentos que integran la obra. Con lucidez, los enmarca en esa "antigua y notable tradición literaria argentina: la de la violencia desatada de la naturaleza operando sobre los cuerpos, sobre el deseo, sobre las pasiones". Por eso hay en ellos ecos seguros de la obra de Ezequiel Martínez Estrada, Borges y, más acá, Fogwill y Osvaldo Lamborghini.
En efecto, en "Los dos náufragos", el primero de los cuentos, están presentados prácticamente todos los temas sobre los que elige escribir Zorraquín: la confraternidad, rivalidad y hasta complicidad entre los seres humanos enfrentados a los elementos de la naturaleza (una inundación, en este caso) y a la soledad. Y a pérdidas inesperadas, porque la muerte está siempre presente para todos los personajes, aunque acompañada de una desesperada búsqueda de la belleza, única salida que encuentran al agobio y al sinsentido del mundo que les ha tocado vivir. Esa búsqueda de sentido, que contrasta con la violencia de las situaciones, se ve reflejada también en la prosa del autor de Tormentas. A veces despojada, otras rabiosa, trata de dar prueba, desde lo literario y con precisión, de esos aspectos en los que podemos vernos reflejados, cruelmente pero con verdad: "Miedos, obsesiones, era ridículo ver como casi todas las cosas que suceden y se llaman accidentes son producto de nosotros mismos".
Graciela Melgarejo
- Tormentas
Juan Zorraquín
Mardulce
184 páginas
$ 65
Los cuentos de una poeta
Como los meses de un año, los doce cuentos de La madre del universo establecen un cosmos habitado por personajes en apariencia comunes y corrientes, a los que el detalle luminoso de la voz narrativa brinda relieve. Autora de cinco libros de poesía (que se pueden leer en http://griseldagarcia.blogspot.com.ar/), Griselda García (Buenos Aires, 1979) aplica la economía que exige ese género a sus narraciones. "Me quedo a escucharlo, le encanta ser el centro", acota la narradora de "La ley", una chica de la limpieza que se engancha con un policía que custodia un templo judío. En "Sin esperar nada" la protagonista, una prostituta entrada en años, describe el ambiente de su barrio: "Se oyeron unos tiros hacia el lado del río. Pronto sonaría una sirena y al rato la nada. Así era siempre". La mujer casada del cuento "Hablan los damnificados" reflexiona: "Por la fuerza del hábito, sí, me había acostumbrado a que fuera parte de mi vida. Pero había perdido la perspectiva: ¿era una parte chica o grande?"
Protagonizadas y narradas por mujeres jóvenes o adultas, las historias abordan la sexualidad y el deseo femeninos desde una perspectiva infrecuente. Con humor resignado o audaz y un oído entrenado para captar giros del habla popular ("Casi más le doy un piña"; "Nos tiene dicho que no quiere que charlemos"), García moldea y desarma fantasías sexuales y sociales. En relaciones de sumisión o de placer, eróticas o épicas, las mujeres de La madre del universo fascinan y, sobre todo, inquietan, ya que, como se pregunta una de ellas: "¿Desde cuándo importa la comodidad?"
Daniel Gigena
La madre del universo
Griselda García
Echarper
80 páginas
$ 60