Cómo es la experiencia “phygital” que une arte, moda, diseño y objetos de lujo

Phygital, assets, wallet, fricción. Apenas unas pocas palabras del vocabulario al que hay que habituarse en la era del metaverso, y que Federico García menciona varias veces al hablar de Qurable: la nueva plataforma que acaba de lanzar con tres socios argentinos, y que ofrece por primera vez piezas de arte, moda, diseño y lujo curadas por expertos, tanto en el mundo físico como en el digital. Todo con las garantías que ofrecen los Tokens No Fungibles (NFTs), con la intención de que el estilo de vida no se manifieste solo en la realidad tangible.

“En el futuro, las cripto wallets van a transmitir la identidad de las personas. Porque querramos o no, la identidad se refleja en los objetos: lo que poseemos revela nuestros gustos, intereses y valores”, dijo anoche a LA NACION García, cofundador y CEO de Qurable, minutos antes de presentar su nuevo proyecto en el Faena Art Center ante más de doscientos referentes del mundo del arte, el deporte, los negocios, la moda, los negocios inmobiliarios y la tecnología. Estuvo presente también Enrique Avogadro, ministro de Cultura porteño.

“En el mundo digital también se crea comunidad. Nosotros buscamos que ciertas compras habiliten a experiencias como el acceso de precompra a colecciones de María Cher, a desfiles exclusivos o a encuentros con los diseñadores. Vendemos exclusividad y pertenencia”, agregó García, que convocó además a marcas como Bomparola, Kosiuko y Herencia Argentina.

Al hablar en plural se refiere a Javier Arguello, Rodolfo Finochietti y Sergio Borromei, residentes en el exterior, con quienes trabajó durante unos quince años en el desarrollo de productos digitales. Los cuatro cofundaron también Lagash, compañía especializada en ese rubro y adquirida por Mercado Libre en 2020.

Otro propósito clave para este equipo es “reducir la fricción” transaccional. Es decir, lograr que sea cada vez más sencilla la experiencia de compra en este mundo web 3.0, al combinar las criptomonedas con otras formas de pago.

Entre los 7000 NFTs que promete ofrecer la plataforma –que podrán mostrarse y ser usados en cualquier espacio donde se proyecte un mundo virtual- se cuentan creaciones de artistas y diseñadores como Cynthia Cohen, Ariel Mlynarzewicz, Juan Becú, El Pelele, Max Bellman y Cristián Mohaded, seleccionadas por Eduardo Mallea –coleccionista y vicepresidente de arteba- y Lucrecia Leguizamón. La propuesta es que al comprar una obra NFT, también se adquiere su versión física en el caso de que exista.

Como ocurre por ejemplo con las piezas que integraron Campo de torres, instalación inmersiva presentada por Mohaded en Territorio híbrido, su muestra reciente en el Museo Nacional de Arte Decorativo. Fueron realizadas junto a Lorenzo Reyes con simbol, planta silvestre de los Valles Calchaquíes, escenario natural que aparece ahora como paisaje de fondo en la recreación digital. “Es mi primera experiencia con NFTs, pero me interesa entender qué pasa entre el mundo físico y virtual -dijo a LA NACION Mohaded-. Para mí, es una forma de volver al lugar donde nació el material”.

Para García, el desafío es mucho mayor. “Estamos ante un nuevo paradigma de mercado –advierte-. La web 3.0 y el metaverso modelarán el comportamiento de uso y la forma en la que interactuemos los seres humanos en las próximas décadas. Esta gran disrupción tecnológica conlleva grandes desafíos de uso. Nuestro objetivo es reducir las fricciones que puedan generar estos procesos, para poder liberar y expandir todo el potencial de la nueva era digital”.

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