El enfrentamiento entre el Gobierno y los medios. Conflicto en la UBA por el Observatorio
El Rectorado y algunas facultades cuestionan la decisión de Ciencias Sociales de integrar ese espacio
La creciente visibilidad que en estas semanas lograron la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, en particular, su decano, Federico Schuster -al aceptar la invitación presidencial a integrar un Observatorio de la Discriminación en los Medios-, ya abrió un frente de conflicto interno en la universidad.
"Sociales tomó una posición inconsulta. Al integrar un Observatorio con base en el Poder Ejecutivo Nacional, la UBA resigna autonomía para poder opinar sobre temas académicos", dijeron ayer a LA NACION en el Rectorado, al resumir la "molestia" que comparten muchos decanos y consejeros, y que hoy podrían plantear en la reunión del Consejo Superior, desde las 9, en el Rectorado.
Para el rector, Rubén Hallú, en particular -un hombre cercano al Gobierno, que hace equilibrio en esa posición cuando debe salir a reclamar presupuesto, por ejemplo-, no fue nada placentero conocer la declaración pública de Ciencias Sociales y su reunión con la Presidenta por los diarios.
En tanto, Schuster recibió el apoyo público de los decanos de Arquitectura, Jaime Sorín; de Ciencias Exactas, Jorge Aliaga, y de Filosofía y Letras, Hugo Trinchero, que en una declaración calificaron la intervención pública de la facultad como "una actitud comprometida, digna de elogio por ser expresión del verdadero sentido de la universidad pública".
Al mismo tiempo, denunciaron "la maniobra de personalización" de algunos medios al criticar a Schuster, lo que para los decanos constituye una muestra "de aquello que los Observatorios de Comunicación buscan combatir: los juicios ligeros, las arengas fáciles, carentes de sustento y distorsionadoras de la realidad".
"Hicimos esta declaración porque en algunos ámbitos se personalizó la disidencia en la figura del decano. Es injusto y es desconocer que cuando un cuerpo colegiado se expresa por unanimidad excede la figura del decano", dijo Aliaga a LA NACION.
Los tres decanos comparten con Schuster un espacio político identificado con la oposición al rector Hallú. Entre los nueve decanos restantes -que algunos llaman el "grupo radical", o el "oficialismo", aunque hay también otras extracciones políticas y no total acuerdo con el rector-, algunos cuestionan que Ciencias Sociales no haya consultado al Consejo Superior de la universidad antes de emitir públicamente la resolución que la Presidenta tomó para relanzar el Observatorio, y mucho más que haya aceptado integrarlo.
Situación incómoda
"Me hubiera gustado conocer la resolución de Ciencias Sociales antes de que se hiciera pública, porque se está comprometiendo a toda la UBA. Algo que ha resultado tan polémico hubiera ameritado un tratamiento en el Consejo Superior", opinó la decana de Psicología, Sara Slapak.
Otros decanos defendieron la autonomía de la facultad para pronunciarse, pero con reparos. "Me parece bien que intervengan, pero siempre que se asegure que la libertad de prensa sea celosamente respetada. Todo lo que pueda asomar como una limitación de la libertad de expresión no debería surgir de la universidad", dijo el decano de Medicina, Alfredo Buzzi.
Para el decano de Farmacia, Alberto Boveris, en cambio, "la UBA tiene una obligación estatutaria de colaborar con la solución de los problemas del país. Una forma es emitir opinión y me parece que los consejos directivos, como el de Ciencias Sociales, están perfectamente capacitados para hacerlo en los temas de su competencia".
Por su parte, el rector Hallú quedó en una posición que en su entorno definieron como "incómoda". Que la UBA participe de un espacio que está en el área del Poder Ejecutivo quita impacto, razonan, al reclamo de fondos que la universidad viene sosteniendo y planea intensificar.
En la Facultad de Ciencias Sociales, en tanto, afirman que siguen recibiendo adhesiones de docentes, investigadores, sindicatos y otras organizaciones. Y que por ahora no saldrán a responder críticas. "Pero si nos cuestionan en el Consejo Superior, tendremos que responder", dijeron. El conflicto está planteado.
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