Convocatoria on line para escultores
Hasta el 28 de noviembre se recibirán las solicitudes de inscripción para participar del concurso
El gran taller a cielo abierto que se realiza desde 1988 en la Plaza 25 de Mayo de Resistencia, provincia de Chaco, encontró en el ciberespacio un ámbito propicio para extender sus fronteras y ahorrar recursos económicos; aunque muchos añorarán la atmósfera de aquellas jornadas en que artistas locales e internacionales se unían bajo la consigna de la creación al aire libre, sin importar si las condiciones climáticas resultaban desfavorables.
“El principal atractivo de estas bienales reside en el encuentro con colegas de otros países en un espacio abierto, que saca a los escultores de la cotidianeidad del taller, por eso no creo que tenga aceptación esta iniciativa", comentó Ricardo Longhini, profesor de escultura de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
Sin embargo, a 90 días de su lanzamiento, el Primer Concurso de Escultura on-line que organiza el Gobierno de Chaco y la Fundación Urunday con el apoyo de la Unesco, encendió el interés en la comunidad artística mundial, que quedó reflejado en las numerosas visitas al sitio y en las decenas de consultas vía e-mail. "Tengo 76 años y ya no puedo esculpir con mis propias manos. ¿Puedo participar supervisando un proyecto escultórico?", pregunta desde Canadá, el artista Marcel Barbeau. "¿Es posible presentar en el concurso alguna de las obras que exhibo en mi sitio de Internet?", consulta el escultor italiano Guido Moretti. "¿Habrá descuentos en el monto de la inscripción para los estudiantes de Facultad de Bellas Artes de Bucarest?"
La inédita convocatoria virtual encuentra su más remoto antecedente en el registro y transmisión en vivo a través de Internet de las jornadas de la bienal del año último, que permitieron observar la evolución del proceso creativo en el preciso instante en que se estaba gestando. Sin embargo, el desarrollo de la histórica bienal a través de Internet aún genera resistencias entre aquellos escultores que “no dominan el soporte y entre quienes viven en países en los que se dificulta el envío de dinero para el pago de las inscripciones”, explicó Fabriciano Gómez, cofundador de la fundación.
A diez años del lanzamiento del proyecto Irvé, precursor en la introducción realidades con múltiples volúmenes como alternativa a la civilización de la pantalla, el artista húngaro Gyula Kosice reivindica el uso de Internet “por su posibilidad de representar esculturas desde la multiplicidad de formas y ángulos". No obstante, el escultor Jorge Gamarra advierte que, en algunas ocasiones, la computadora puede ser utilizada para “encubrir deficiencias manuales del participante”.
"Así como los jurados de los concursos analizamos obras a partir de fotografías, creo que Internet amplía esta posibilidad de evaluación con la presencia de figuras proyectadas en tres dimensiones", puntualizó el escultor rosarino Ennio Iomi a LA NACION. El artista Pablo Larreta, por su parte, sostiene que "después de la realidad, la web es el mejor medio para mostrar una escultura” porque permite recorrer la obra en todos sus volúmenes, aunque el participante deberá demostrar "una nueva habilidad", que consiste en poder vender su idea usando las herramientas de Internet.
Hasta el 28 de noviembre se recibirán las solicitudes de inscripción en www.bienaldelchaco.com , donde además se puede pedir asesoramiento sobre digitalización de los trabajos. En la categoría profesional, el primer premio consiste en 40.000 pesos, mientras que en la de aficionados es de 10.000 mil, aunque en ambos casos las obras premiadas serán reproducidas a escala real y emplazadas en espacios públicos de la “Ciudad de las esculturas”, como la denominaron sus habitantes a la capital que alberga más de 300 de estas obras.
“La propuesta de una iniciativa on line es una consecuencia directa de la globalización de los circuitos artísticos y para un jurado idóneo no es problemático comprender la formulación del proyecto sin ver la pieza ya realizada,” concluyó la crítica de arte Eva Grinstein.