Del aula a la sede de la Unesco
En una mitad, un arroyo entubado cuyas aguas son turbias y malolientes; en la otra, el mismo curso de agua, saneado y parquizado. Lo que está hecho y lo que debería hacerse en el arroyo Sarandí, en Avellaneda, es la imagen que representará a la Argentina en una exposición internacional que hará Unesco en París para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente y su 60° aniversario.
La imagen, de 60 cm por 40 cm, dibujada y pintada por diez alumnos de sexto año de la EGB N° 68 Próspero G. Alemandri, bajo la dirección de los profesores de plástica Alberto Aprea e Ignacio Segesso, fue seleccionada entre 30 trabajos realizados por alumnos de otras siete escuelas de capital y gran Buenos Aires.
Esos establecimientos participaron de la campaña y exposición Dibujando alrededor del mundo, organizados por primera vez en el país por la empresa Proactiva Medio Ambiente Argentina y auspiciados por la Unesco como instrumento de sensibilización de los niños para el cuidado del medio ambiente y la salud, en el marco de la Década de las Naciones Unidas para la educación en vías al desarrollo sustentable.
Viaje y enciclopedia
Además de la exposición de su trabajo en Francia y una enciclopedia para la escuela, el premio obtenido por el grupo de chicos de Avellaneda incluye un viaje a París para dos de los alumnos y un adulto que los acompañe.
Según las indicaciones de la campaña, los chicos debían analizar los conceptos de progreso, solidaridad y desarrollo sustentable y hacer después un dibujo que represente el lugar donde viven con una obra ya existente y otra que a ellos les gustaría que se hiciera.
En sólo dos semanas los niños, de 11 años, estudiaron, investigaron y pintaron varios bocetos después de analizar pinturas de Vincent Van Gogh y otros impresionistas.
Ellos conocen el arroyo Sarandí porque es parte del paisaje que recorren a diario. En su trabajo afirman que el entubado, realizado hace unos diez años, no es una solución definitiva y sugieren que sus aguas sean saneadas para "reconquistar de la contaminación un espacio saludable".
"Sería bueno que purificaran el arroyo para que lo podamos disfrutar", dijo Pablo Macías, de 11 años; en tanto que su compañera de grupo, Juliana Bidart, de la misma edad, dijo que el trabajo les permitió aprender qué es el progreso: "Progreso es hacer algo nuevo que sirva para la gente", reflexionó.
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