Desacuerdos en la Comisión Nacional de Monumentos por el traslado de su tradicional sede en el Cabildo
El proyecto de "refuncionalización" del Museo del Cabildo, el más visitado del país, que implica el traslado de la Comisión de Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos a una nueva sede, puso en alerta a un sector del organismo que se opone a la mudanza. Las razones del plan oficial se basan en la necesidad de sumar salas de exhibición y metros cuadrados para recibir al público en un edificio histórico que congrega más de 500 mil personas por año.
La Secretaría de Patrimonio del Ministerio de Cultura de la Nación asegura que, tal como está el edificio en la actualidad, el Cabildo no podría reabrir cuando se implementen los nuevos protocolos después de la cuarentena porque las normas sanitarias y de distanciamiento social requieren más espacio. Frente a esa realidad, la decisión oficial es mudar las oficinas, el archivo, la biblioteca y demás dependencias de la Comisión a la sede del ministerio de la Avenida Alvear 1690.
En una nota que anticipaba esta iniciativa, publicada por LA NACION el 5 de julio, Teresa Anchorena, presidenta de la Comisión, se mostró de acuerdo con el proyecto del Ministerio de Cultura sobre la necesidad de reacondicionar el Cabildo para recibir al público. "Según las estadísticas de los últimos años, el Cabildo concentra por sí solo el 25 por ciento del público total de los museos nacionales del país. Esta cifra demuestra la necesidad de adecuarlo", dijo Anchorena.
Sin embargo, algunos integrantes de la Comisión, que ya reunieron 150 firmas de historiadores y especialistas en patrimonio en contra del traslado y otras 500 adhesiones en la plataforma change.org, enviaron una carta a este diario para explicar su posición: "Desde hace exactamente 80 años, cuando fue creada por Ley Nacional Nº12665, la Comisión tiene su sede en el predio del Cabildo de Buenos Aires, un sitio emblemático e insustituible para la historia de los argentinos. El emplazamiento no fue elegido por casualidad ni caprichosamente. Fue seleccionado con toda intención por el alto valor simbólico que representaba para nuestra historia, como testimonio concreto del momento fundacional de nuestro país, ya que la Comisión se encargaría, en adelante, de velar por la protección de los bienes muebles e inmuebles significativos para la historia política, social y cultural (entendida en el sentido más amplio) de la Argentina". La nota está firmada por tres integrantes de la Comisión, el arquitecto Eduardo de Bianchetti, la licenciada María Teresa Margaretic y el profesor Marcelo Perusso.
"En 1940, el Cabildo recuperaba su imagen ‘colonial’ original, a través del trabajo profesional del pionero de la restauración edilicia en la Argentina, como fue el arquitecto Mario J. Buschiazzo, profundamente ligado a la labor de la Comisión Nacional, y de quien se cumple este año el 50º aniversario de su fallecimiento. El proyecto de rescate fue presentado ante las autoridades por la Comisión Nacional. En esos años se creó el Museo Histórico del Cabildo y se inauguró la Sala Capitular y los salones contiguos ambientados con mobiliario y objetos del Museo Histórico Nacional. Dichas acciones no fueron determinadas por ley, ni por decreto, sino por voluntad de la Comisión Nacional", resalta la nota, que hace un recorrido histórico por las dos instituciones que comparten edificio.
"En el año 1960, se construyen nuevas dependencias en el predio del Cabildo, que adquiere ese año el estatus de Museo del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo, a través de la Ley Nacional Nº 15.291. Las dos instituciones están íntimamente ligadas a través del espacio que comparten desde el momento de su creación, tanto en el plano real como en el simbólico. Tal es así que, desde el regreso de la democracia hasta hoy, la imagen del Cabildo es el isotipo que caracteriza a la Comisión Nacional. Por aquellos años, la Comisión, que tenía a cargo los museos históricos nacionales, tal como lo expresara su nombre original, concedió a la Dirección Nacional de Museos su superintendencia inmediata. Así, el Museo del Cabildo dejó de pertenecer a su área de influencia directa, pero no como monumento histórico nacional. Luego, la Comisión también cedió a favor del museo, la sala Jorge E. Hardoy que, actualmente, es utilizada para exposiciones temporarias. El uso del patio del Cabildo, por su parte, es compartido por ambas instituciones".
Además, quienes están en contra del traslado explican que cualquier proyecto que implique cambios en un edificio histórico debe ser evaluado y aprobado por la Comisión Nacional. En el caso del Cabildo, hasta el momento no han recibido ninguna propuesta ni consulta oficial para la puesta en marcha del plan de "refuncionalización". "No fue estudiado ni evaluado por el Área Técnica de la Comisión ni cuenta con la aprobación porque nunca fue presentado", aseguran en la carta.
La nota concluye con un llamado de atención: "Toda posibilidad de ampliación de un museo debe ser atendida y contemplada, pero no a costa de renunciar a la memoria institucional del órgano que justamente se encarga de velar por la memoria edilicia, simbólica y cultural de todos los argentinos. Es de lamentar que, contando con el personal técnico competente, no se haya recibido una sola consulta sobre el hecho, como para plantear alternativas enriquecedoras". Y hace un pedido a los funcionarios del área: "Queda expuesta la necesidad de evaluar la iniciativa de trasladar la sede de la Comisión a otra dependencia con los involucrados directos e indirectos para que expongan sus pareceres y opiniones idóneas, desde su rol técnico-profesional. Esta actitud sería la esperable de cualquier gestión democrática, mayormente, tratándose como es el caso, de un medio cultural tan eminente".