Edipo, según La Fura
El grupo de teatro catalán estrena en el Teatro Colón la ópera de George Enescu, dirigida por Àlex Ollé y la argentina Valentina Carrasco
Valentina Carrasco, directora argentina que integra La Fura dels Baus desde hace trece años, prepara la puesta de la ópera Edipo , de George Enescu, para estrenar en el Teatro Colón el 29 de este mes. Junto con Àlex Ollé, uno de los fundadores de la compañía de teatro catalana, dirige un elenco de 140 artistas, entre solistas y coro.
Instalada en Europa desde finales de los años noventa, primero para estudiar cine en París y luego para trabajar en la base de operaciones de La Fura en Barcelona, Carrasco llegó al país en abril para comenzar con los ensayos y conocer al equipo. Con los cantantes Andrew Schroeder, Natascha Petrinsky y Robert Bork, a cargo de los roles principales, ya había trabajado en 2011, en el Teatro Real La Monnaie de Bruselas. Los demás fueron seleccionados por el Colón, que aporta el coro y la orquesta estable, con dirección de Ira Levin.
-El teatro oficial de Bruselas nos ofreció este proyecto, después de nuestra versión de El gran macabro , de György Ligeti. Entre otras obras que nos propusieron estaba Edipo y la elegimos porque tiene una música fantástica y un personaje muy atractivo. Es el héroe trágico por antonomasia, aquel que trata de evitar su destino pero lo cumple. Sucede en otras tragedias, pero en ésta es el tejido de la historia: Edipo conoce su destino, y cada paso que da para alejarse de él lo acerca más. Además, trata un tema tabú para todas las culturas: el incesto.
-La puesta tiene saltos en el tiempo y guiños a la actualidad. ¿A qué responden?
-El concepto original del espectáculo es de Àlex Ollé. Por la vigencia del tema, a él se le ocurrió darle una universalidad con pinceladas temporales: en una escena hay un portal de una iglesia renacentista, donde se ubica el coro; en otra se hace referencia al psicoanálisis, por aquello del complejo de Edipo; también aparece un avión alemán y un espíritu de ocupación militar como ocurrió durante el nazismo. La idea de lo nazi nos lleva a pensar en el control, la crueldad.
Con libreto de Edmond Fleg, basado en Edipo Rey y Edipo en Colono , de Sófocles, la ópera narra momentos clave de la vida del protagonista: el nacimiento, la predicción sobre su futuro, el momento en que el padre lo entrega al pastor para que lo maten, la angustia al conocer su destino.
-Es una dramaturgia muy interesante. Creo que el objetivo de Enescu no es contar las tragedias, ni siquiera centrarse en el rol de un héroe trágico, sino mostrar el desarrollo de un personaje desde que nace hasta que muere. Es un individuo con sentimientos, tribulaciones, problemas.
-¿Cómo funciona la cocina creativa de La Fura?
-Àlex y yo escuchamos la obra e intercambiamos opiniones sobre la música. Nos dejamos delirar con lo que se nos ocurría. Nos conocemos mucho, trabajamos juntos hace tiempo. Cuando la obra empezó a tomar forma, nos encontramos con el escenógrafo, Alfons Flores, que hizo grandes aportes. Es uno más del equipo creativo, participa también en el desarrollo de la idea. Hacemos un trabajo colectivo.
-¿Qué rasgos estilísticos propios tiene esta puesta?
-No habría forma, no por una cuestión de principios sino porque no me entra en la cabeza, de hacer esta obra en un ágora griega con vestuario clásico. No me sale, no puedo. Creo que también tiene que ver con que nos gusta trabajar a partir de una idea que articule lo demás. Con El gran macabro , por ejemplo, la idea fue presentar un cuerpo que creía que iba a morir y al que le pasaba de todo. El trabajo es encontrar el concepto con el que la obra cobra sentido.
-En este caso, el recurso unificador es el barro, que aparece en la escenografía, en el vestuario, en el cuerpo de los personajes.
-Sí, se le ocurrió al escenógrafo. En 2009, cuando preparábamos esta obra, hubo un accidente ambiental en una zona agrícola de Hungría. Se desbordaron unos enormes piletones de desechos químicos con amoníaco y se inundaron cientos de kilómetros con un barro tóxico con amoníaco, color rojizo, terracota. De ahí surgió la idea del barro, que impregna el cuerpo. En la puesta todo está cubierto de barro. La idea es que la fatalidad no sólo afecta a Edipo, nos afecta a todos. No lo hicimos para que el público lo relacionara con el destino sino que responde a un discurso interno del grupo.
-Tiene que ver con el uso de objetos y materiales orgánicos que caracteriza a los espectáculos de La Fura.
-Sí. Es una idea que vertebra el espectáculo, le da cierta coherencia, cierto fondo y un hilo conductor que no necesariamente es inherente a la pieza sino a lo que nosotros queremos hacer con ella. Cualquier puesta en escena implica una toma de partido, aunque sea clásica. Eso es inevitable. La cuestión es ser consciente de que estás tomando una decisión y ser coherente con eso. Que tenga un sentido para poder transmitirlo con claridad a los actores.
A una semana del estreno, Carrasco dirige los ensayos finales. El trabajo con el coro, asegura, fue el más complejo.
-El problema con esta ópera es que Edipo es un personaje muy difícil y además hay muchos roles pequeños. Son veinte solistas, pero el peso de la obra recae sobre Edipo y sobre el coro, que es el segundo personaje. En esta puesta trabaja un grupo muy grande, más de cien personas, que deben tener cierta actitud corporal y energía. Tienen que entender el lugar que ocupan, que no están de fondo como en otras obras.
Edipo . La Fura dels Baus hará cuatro funciones en el Teatro Colón: el martes 29 de mayo, el viernes 1 y el martes 5 de junio a las 20.30; y el domingo 3 a las 17. Informes: www.teatrocolon.org.ar