Martes visuales. El dragón despierta al arte
Cuarta economía después de Estados Unidos, Alemania y Japón, China es la nueva meca de los operadores del arte. Christie´s abrió oficinas en Pekín y se prepara para dar batalla en el terreno del arte contemporáneo, el de mayor crecimiento en 2005. Es la primera subastadora internacional dispuesta a capitalizar la euforia compradora de los coleccionistas chinos, que pagaron en julio 28 millones de dólares en un remate londinense por un jarrón azul y blanco del siglo XIV.
Para operar en Pekín, Christie´s se asoció con Forever, una firma asiática que conoce el mercado y el gusto de los compradores, pero será la rematadora de origen británico propiedad del francés François Pinault (Au Printemps, Gucci, la Fnac) la responsable del expertizaje, catalogación y know how de un métier que conoce como pocos: lleva más de tres siglos comprando y vendiendo arte desde que James Christie´s fundó la casa, en 1744.
El arte y la economía van de la mano. La primera subasta realizada el 3 de noviembre pasado fue un éxito de ventas, con más de 80% de los lotes rematados por encima de sus estimaciones en las instalaciones del Great Wall Sheraton Hotel. Las piezas de jade son las preferidas de los coleccionistas, que en menos de cinco años multiplicaron por diez el volumen facturado: más de 1000 millones de dólares en 2005.
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Tal como sucedió con Rusia en los años 90, cuando Sotheby´s organizó la primera subasta moscovita en plena glasnost, Christie´s advirtió que el despertar del dragón tendría su correlato en el mercado. El arte contemporáneo es uno de los sectores que más han crecido de la mano de la exitosa Bienal de Shanghai, que en su última edición tuvo como curador al argentino Sebastián López.
De manera excepcional, las autoridades de la Bienal de Venecia destinaron a China el último espacio disponible en los Giardini del Castello, donde están los pabellones nacionales.
Sotheby´s planea rematar arte contemporáneo chino en marzo próximo, durante la semana asiática en Nueva York, bajo la batuta de la especialista Xiaoming Zhang, que según Carol Vogel, del New York Times, estuvo en la cocina del montaje de "China 5000 Años", en 1998, en el Museo Guggenheim.
El personaje clave de la apertura china al mercado occidental se llama Fan Di´an, vicepresidente de la Academia de Bellas Artes de Pekín, que en los últimos años venció a la burocracia oficial al demostrar que el arte actual podía ser un ingreso de divisas: las obras de Cai Guo-Qiang, Zhang Hua y Huan Yongping se cotizan arriba de los 100.000 dólares y tiene compradores en lista de espera.
Fab Di´an sugirió que fueran los laureados Herzog & de Meuron los responsables del proyecto del estadio de Pekín para las Olimpíadas de 2008 y ha cerrado trato para levantar el primer museo de arte contemporáneo en la China.
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